Escribe el Dr. Tranca
Premio Nobel de Facto de la Medicina Ilegal
Luiego de esconderse como una rata por una semana el Sr, Juan Z me envió este incalificable mail:
“Don Mr. Sr. Dr. Tranca, Esq.:
“Tanta impaciencia, no sé… ¿Le digo la verdad? Me da que pensar. Yo ya le estaba por mandar la información con mis datos. Pero sus recientes demostraciones de ansiedad por entrar en contacto con el cuerpo de un hombre despiertan en mí las más vivas sospechas sobre su reputación. Si yo fuera una seÑorita, entonces su impaciencia se comprendería. Pero tratándose de un hombre, tanto apremio por poner sus doctorales manos sobre mi persona es poco menos que una declaración explícita de su masculinidad en retroceso.
(Dicen que los suecos son muy liberales en estas cuestiones del amor. No sé si recuerda usted esa famosa escena de “Expreso de Medianoche”, donde el protagonista se ducha junto a su amigo sueco, y las cosas que pasan. Además era un sueco en prisión, y usted estuvo en una prisión sueca, así que… Si yo fuera matemático sólo me faltaría poner el Q.E.D., y este párrafo tomaría la forma de un teorema.)”
SeÑor, en primer lugar sus insinuaciones me parecen un poco homofóbicas. En segundo, usted cometió una pequeÑa “gaffe” al decir que yo quiero (cito textualmente) “entrar en contacto con el cuerpo de un hombre”, frase que puede interpretarse mal. Probablemente usted no se haya dado cuenta, pero fíjese que sacado de contexto puede leerse como que yo quiero “entrar en contacto con el cuerpo de un hombre” (fíjese qué parecido y qué feo que suena).
¡Yo soy médico, seÑor (Bueno, más o menos)! ¡El cuerpo humano es para mí algo serio! ¡Un campo de batalla donde las cosas se deciden a todo o nada, a sangre y fuego, vencer o morir en el intento! Espero que con esto se quede tranquilo y se ponga en mis manos (fíjese que esta expresión también se presta a equívocos, pero en el contexto adecuado es completamente inocente).
Bueno, y no sigamos discutiendo porque también está en juego el honor de Podeti que prometió un premio y no queremos que las autoridades se enteren de las “cositas” que anda haciendo por abajo de la mesa y que le terminen encargando a alguien que lo ponga “en caja” (usted es un hombre de mundo y me entiende; y seguramente sabrá que en el transcurso de estos actos correctivos a veces las cosas se van de las manos y sería una pena porque Podeti tiene familia).
En fin, espero que se comporte como un hombre de bien y me mande sus datos y el arancel correspondiente (supongo que habrá leído bien los legales en letra chiquita que figuraban en las bases del concurso).
Sus implantes acá lo esperan, ya los lustré y todo.
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