miércoles, 29 de agosto de 2012

¡Turristo estränsheiro proshecta lo Murópolis!


Escribe Shörgen Dos Llobregätten

Turristo Estränsheiro

estochoripansitonotienenideadeniente@gmail.com



Ja-lowwwn, ja-lowwwn. Shastá, shá volveim. Esztive mitte desaparecíf arranjando negós nalla mio paese, parra provetchaire circunstanzys canviarys dello goberno choripansito. Maku: Agarro et con motíf de mi viagem konpro dolaritches allo prezio Central Bank. Viajjo, et ashá non tenho gasts, perche “paro” nella housen de mis parrents (espektakölaren manzion de dichisette anbyénts wis piletta climatizadd; asha Estado do Vienn-Star –todavvia hayga- regala manzions allos jubiláts comment si foram caramels). Apart, non gasto nientye de pasáj perche me conseguíf karrgo do diputás nello Kongrés de mon paese (tenho primo en la vicekámara et me correspónd un “accomodo” por anho, por lucken ashá la korrupzionen sta reglamentada y blankettada, non comments “paisitos” subdesarrollatten), assim che tenho un “plus” por “desarráigh”. Maku, els dolaritches non gasto (appart asha niente t’agarra dolaritches, se les konsiderrr una monét de kuartamm) et kuand volto vendo dolaritches at, non sei, vingte, trynta peso each one.



Et kon issa platann (dedusít gastos personalls de beouf de chóris, fellätzy, etc.) sto pensánd nunno emprendimént turristico. Et tuffe onna idée genialem: ¡Um “tour” par los grandes “mürs” dalla Buennos Ayrres et alrededórs!



Viss-te que faz ums anhos salió um mür nello San Fernando dell’orto, bon, agora salieu um novvo, en altro abuggero inmónd che se chiama “Quilmeis” (Kapitall Nazional dello Golden Venenno). Sho digo: Voy, les tiro ums dolaritchos et seggur che isses mortos de jámbre me lo tiran pur la cabés y jásta capás posso pedir algún fellätzy de “shapa”, comment dis usteides.



Par la pront fiz umma brevve lista de mürs jistórics choripansits:



-El Mür kontram la inseguritat dello San Fernando dell’orto

-El Mür kontram la inseguritat dello Quilmeis dels colhjones.

-El Mür nella “Ruta Dois” al lado do santuario dels Rodrigo, para evvitar que choripansitos “boludos” cruzeim la ruta para deishar ofrendas et sejam aniqiláts por kamionns.

-El Mür dello cementeryy della Chacarít, che non sei parra che se lo onhen, si de jái non se va scapare niente, et non credo que venhan “profanators de tombs”, si jái enerram solo choripansito povvre.

-La seguidísh de Mürs nella costa della Zona North, fur proteggerem la propietát privatta kosterr de los cluvves náuticos para “garcas” dello San Yssidr.

-El Mür de valhas protekrorrs dellant dello Casa Rosát.

-El Múr de reixas que protésh l’Ovvelisc, unnicco mótif per lo kuallo aún non jái sido dinnamitad por els poccos choripansits civilisáts che devven jáber n’alguna part.

-El Mür allambratto che roddea arbolíts en la cashe allo costado dello tren nella Agronommia (¿Che pasa, agronnomes, teim miedo che les venham a rovvare els arbolits?)

-El Mür della Carsels da Caseiros, che agora sha no funcam für che la shente salga sino für els “homelss” entreim. (Questo é veriddico, inclús jái guardias armáts wis isse objectíf!)

-Els Mürs metálics provissorys che ponhe Macrri quando se le cae um edifís et tenhe que arreglarem la “cagadda”.

-Els Mürs enrejáts che ponhe Macrri alredettore de statues. Che tá beim, sho sha seim che “pivve chorro” choripansít est capás de tutto (¡l’otro diamm me chafarem blíster de pastishits recreatifs!), pero deixame deshóder, si aunque seja huveire algumma statue dinnha de chafarsime non te digo, um Berninne, um Michelangelem, um Rodinno, mais mirá si se vaim a rovvare l’avvort esse del Quijote. In feim.



Et fur últimm, lo postre: Umma instalazione facta con 45.0000.000 bishéts representánd a unno choripansito che se queddo seim plata, así, moltcho conmmovetor, wis cara de tristten y con los bolsísh dello pantalon parra afuér, en memorian della plata que els choripansitos le regalaram a lo Rósher Waters quando veim a fáser “The Wall”. Um pocco para che lo tour non seja un “bajón” et entendams que els mürs non sólo divviden la Sochietá, sino che tambeím possen traere la riqués et lo progrés echonimic, nesto cas la riqués et lo progrés echonomic dello Roger Waters.



If someone si “coppa” asochiándose wis le proshéct, sono tutto oidos, lo único che non si negossie est la “Cláusula della Fellätzy” che prefirro esplicaro personalment.


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jueves, 23 de agosto de 2012

¡Opúsculo de Berazategui: Primera Profecía!


¡BUENAS NOTICIAS PARA TODOS AQUELLOS QUE HAN RECIBIDO A JESÚS EN SU CORAZÓN!



¡Los signos son ineludibles! ¡Las señales son inconfundibles! ¡Señoras arruinan IMÁGENES RELIGIOSAS! ¡Cetáceos abusan de SEÑORITAS HUMANAS! ¡Y el signo más irrefutable, es agosto y hay 28 GRADOS! ¡Todo indica que el FIN DEL MUNDO, el APOCALIPSIS, el ARMAGEDÓN, el DESCONCHE FINAL TOTAL MORTAL están a la vuelta de la esquina! ¡Las FUERZAS DEL ANTICRISTO OBAMA, comandadas por el ANTIPAPA MALEDICTO XXVVXXX666 y secundadas por la RAMERA DE BABILONIA, los CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS, las DOCE PLAGAS DE EGIPTO, los SIETE PECADOS CAPITALES y las TRES VIRTUDES CARDINALES (que se han entregado al Lado Oscuro) están listas para ARRASAR CON TODO, NO DEJAR TÍTERE CON CABEZA y DEJARNOS CON EL CULO PARA ARRIBA!



¡Habrá gran tribulación, perderemos la mitad de nuestras cosechas, los animales herbívoros devorarán a los carnívoros, las cosas se romperán, el padre negará al hijo y el hijo al padre y la madre a la hija y el suegro a la nuera y el cuñado al cuñado y será todo muy incómodo! ¡Y todo terminará con una ESPECTACULAR SUPER EXPLOSIÓN TERMONUCLEAR EN 4D INTERACTIVO, SENSURROUND Y TECHNICOLOR QUE NO DEJARÁ NI LA PARTE DE DEBAJO DE LOS ZÓCALOS!



¡Pero todos aquellos que hayan ACEPTADO A CRISTO EN SU CORAZÓN, pero una ACEPTACIÓN SINCERA DESDE LO PROFUNDO DE SU ALMA, de esas ACEPTACIONES QUE NO DEJAN LUGAR A DUDA, una ACEPTACIÓN EN SERIO, la MADRE DE TODAS LAS ACEPTACIONES, no como los acólitos del ESBIRRO DE SATANÁS DEL VATICANO, ni los SICARIOS DE LOS SABIOS DE SION, ni los ROBÓTICOS ESCLAVOS DEL TELEVANGELISMO VOMITADOS POR LA BESTIA DEL NORTE, y muchos menos por los IMBÉCILES DE LA SÉPTIMA IGLESIA DE LA TRANSUBSTANTACIÓN DE JEHOVÁ (secta pútrida de la cual nuestra Iglesia, la SÉPTIMA HERMANDAD DEL ADVENIMIENTO DE LOS NIÑITOS DEL SÉPTIMO CRISTO REY© con Sede en Corralitos 56, Berazategui, Pcia. De Bs. As. es una justa escisión o “upgrade”), en resumen, para los AUTÉNTICOS PROTEGÉES DEL SEÑOR, serán salvos! ¡Una NAVE COMANDADA POR JESUCRISTO NEUSTRO SEÑOR, PILOTADA por el GUARDIÁN DE LUZ SUBCOMANDANTE ASHTAR SHERAN y TIMONEADA por EL ESPÍRITU REDIVIVO DE BOB MARLEY SELASSIE (movida a base de COMBUSTIBLE ESPIRITUAL RECICLADO POR LA SUMA DE CADENAS DE ORACIÓN que organizamos en nuestra página de facebook) lelgará para rescatarnos justo antes de que LA TIERRA SE ABRA y seamos devorados por LUCIFER, MEFISTÓFELES Y SAURON!



¡Una vez dentro, PTAHHH, EL CAPITÁN GENERAL DEL SÉPTIMO SUPERCOMANDO CELESTIAL DE JESUSCRISTO NEUSTRO SEÑOR nos ACRIBILLARÁ A TODOS (con una AMETRALLADORA DE AMOR SUPREMO)… para RESUCITAR A LOS SIETE DÍAS!



¡Y una vez resucitados, viveremos en FELICIDAD Y ALEGRÍA PERMANENTE Y CONSONANCIA Y CONCOMITANCIA CON EL SEÑOR, en una CIUDAD DORADA UBICADA EN EL CENTRO EXACTO DEL UNIVERSO (Conocida como “El Cid Campeador del Cosmos”), que VUELA y se BALANCEA SUAVEMENTE, sin ruido de motores ni cosas raras!



¡Esta ciudad tiene CARACTERÍSTICAS ÚNICAS! Además de AIRE ACONDICIONADO, BUFFET FROID y PILETA CLIMATIZADA, mide 1 mm de largo x 1mm de ancho x 1 mm de espesor (y 1 mm de CUARTA DIMENSIÓN!). ¡Así es: Al igual que en los PARADISÍACOS TIEMPOS DE INOCENCIA anteriores al PUTO BIG-BANG, todo estará al lado de todo! ¡Las distancias que nos separan HABRÁN DESAPARECIDO DEFINITIVAMENTE! ¡No deberemos tomar el PUTO COLECTIVO ni el PUTO SUBTE ni el PUTO TREN para ningún lado, ni gastar en nafta ni mandar a arreglar el equipo de GNC ni ninguna de esas mierdas! ¡Basta de sufrir como un condenado para visitar a la suegrita que vive en el PUTO PALOMAR! ¡No más pérdidas de tiempo para ir al nefrólogo que vive en el PUTO RANELAGH o llevar a los chicos a clase de clavicordio en LA PUTA CONSTITUCIÓN DEL ORTO! ¡No hará falta contratar un flete del PUTO MATADEROS al PUTO SAN TELMO para llevar “equipos de música” para tu PUTO RECITAL de tu PUTO GRUPITO DE ROCK DE MIERDA! ¡Adiós a correr y elevar tu stress a niveles astronómicos porque no llegás a buscar el cheque que tienen en la PUTA OFICINA en EL PUTO COLEGIALES y sólo atienden de 11:30 a 11:45 cuando vos estás laburando en EL PUTO SAN ISIDRO! ¡No harán falta celulares ni e-mails no otras herramientas del Maligno, porque con hablar –y ni siquiera muy alto- nuestros vecinos, cónyuges, jefes, compañeros de trabajo y médicos nos escucharán en el acto! Y Sí: estaremos un poco apretados, pero para paliar esta situación está el AIRE ACONDICIONADO y además ASTAR SHERAN, JESÚS y BOB MARLEY nos frotarán segundo a segundo con un COMPUESTO HECHO A BASE DE ALOE VERA y VASELINA, para que no nos joda el tema de las paspaduras!



¡Ese es el Paraíso prometido por la la SÉPTIMA HERMANDAD DEL ADVENIMIENTO DE LOS NIÑITOS DEL SÉPTIMO CRISTO REY©! ¡Envía tu cupón hoy mismo, acepta a Jesucristo Neustro Señor en tu corazón y serás salvo y ya no tendrás que cargar tarjeta SUBE alguna! Y si no, arded en el Infierno y tomad un montón de colectivos y que te cure Lola, capaz que se me mueve un pelo.



(Escrito un día particularmente infernal en el sentido de los traslados y esperas en paradas de colectivo, etc.)


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martes, 21 de agosto de 2012

¡Macabra impresión sobre la hora de cierre!


BUENO, PARA NO TENER UN CUERPO EXCESIVAMENTE ARMONIOSO Y BIEN FORMADO -LO QUE SUMADO A MIS INNUMERABLES VIRTUDES INTERIORES ME COLOCARÍA EN UN ESTADO DE PERFECCIÓN INTOLERABLE-, SALGO DEL gimnasio y decido meterme en una pizzería para tomarme un porronciño. Y entonces me avisan -en la pizzería- que todo bien pero que en un ratito cierran. No importa, no importa, digo con benevolencia, agregando para mis adentros “tampoco es que piense quedarme a vivir en esta pocilga”.



El proceso -tal vez encenagado por la advertencia- no me toma ni diez minutos. Y cuando me despido, en vez de decirme “chau”, la tipa me dice “gracias”.



¿Simbolizará esta instantánea la totalidad del guión cinematográfico de mi vida? ¿Es acaso este mi destino y mi significado como ser humano? ¿Debo decidirme a enfrentar como un hombre esta realidad: la de vivir en un Universo donde la gente que me agradece que me vaya? (Podeti – Extracto del libro “Ma sí, por qué ni se matan todos y se dejan de joderme la vida”)



Miren, tu insulto del día.


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sábado, 18 de agosto de 2012

¡Revelan drama oculto tras el boom gourmet!


Martín (36) es un exitoso profesional del marketing, lo que le permite sostener un buen pasar para él y su familia, conformada por Estela, su mujer, y sus hijas Diana y Zoe. “Estamos por terminar de construir nuestra cabañas de vacaciones en Santa Ana, Uruguay”, cuenta, con orgullo, mientras nos muestra algunas fotos de lo que parece un lugar paradisíaco. En suma, Martín es un ejemplo más de los miles de argentinos que logran salir adelante pese a los vaivenes económicos del país.



Sin embargo, un nubarrón opaca la mirada de Martín cuando le mencionamos el tema que nos ha traído de visita, un poco porque el deber es el deber y otro poco porque nos dieron bronquita las fotos de la cabaña. Y con las mejillas pálidas por la desesperación, admite: “Y… Ese fantasma siempre me acompaña”.



Y con “fantasma” no se refiere Martín, claro, a un espectro transparente de ropajes anticuados y cadenas arrastrándose mientras ulula agudamente, sino a un problema personal que tiene; es una forma de referirse a este problema. O sea, no es un fantasma de verdad. Esta no es, desde luego, una columna sobre fantasmas. Ya habrá tiempo de hablar de fantasmas en otra ocasión. No, hace falta aclararlo. ¡Uh, loco, cortala con los fantasmas, no existen los fantasmas ya lo expliqué diez veces!!! Martín, en lo que respecta a su “fantasma”, no sabe leer recetas de libros de cocina.



Martín se apresura a aclarar que no tiene ningún problema con la lectura per se. “Sé leer, sé leer, eh, sé leer”, cosa que le creemos, dado su título terciario. Incluso aclara que lee “libros difíciles” y que una vez leyó un libro “así” en una semana. El problema particular de Martín respecto de las recetas de cocina, compartido secretamente por miles de personas en el mundo, tiene que ver tal vez con cierta perversidad de sus redactores.



“La otra vez agarré una receta que parecía facilonga. Besugo a la vasca. Empiezo, leo los ingredientes, empieza bien, tipo, salar, pimentar, salpimentar, rehogar, todo bien. Se entiende y todo. Y de golpe, en la mitad de la receta, te ponen una palabra en otro idioma. Por ejemplo, ‘bermize las alcaparras’. O ‘sampopie las zanahorias. Reservar’. Y ahí, viste, es como que me taro. No puedo seguir concinando si no sé lo que es la cosa que tengo que hacer, entendés.” Y entendemos. Claro que entendemos. Porque también nos hemos topado con ‘chupine los limones’, o ‘sumbudrule los tomates en sorquejos’.



“Lo que pasa es que hay mucho libro de cocina editado en España, y estos gallegos de mierda hablan en otro idioma”, dice Germán Morrales, Presidente de la Cámara de Edición de Libros Bien Argentinos y Peronistas. “Y eso le trae a la gente muchos perjuicios, porque lee las recetas y se frustra, porque no las puede hacer.” “¡Y encima las fotos!”, se queja Martín, casi en un hilo de voz. “¡No sabés lo que son las fotos! ¡Se me hace agua la boca! Pero claro, llego a la parte en la que hay que desmejar el besugo y sorrobollarlo en aceite de jíjola, y no puedo seguir. Me quedo a la mitad y el besugo se queda crudo y lo tengo que tirar!”, confiesa, aguantando el llanto.



A veces, cuenta Martín, la pesadilla ya empieza en la lista de ingredientes. Dos cebollas, OK. 400 gramos de jamón, OK. Una taza de harina, OK. Al final de todo dice “Media docena de fuldabros tiernitos, en lo posible de granja”. En esos casos, Martín prefiere arrancar la hoja y tirarla. Vemos el resultado: una biblioteca repleta de libros desgarrados y magros, como un campo de batalla sembrado de soldados mutilados.



“La otra vez ya había marinado el pollo”, cuenta Martín. “Lo había cortado, salpimentado, condimentado y rehogado. Iba todo bien. Pensaba ‘esta la termino, esta la termino’, no te imaginás la emoción. Y entonces, después de sacarlo del fuego, vino la puñalada: ‘Azbudije el pollo con un mochoto de acero inoxidable’.” Martín suspira, lleno de desaliento. “Lo tuve que tirar. A partir de entonces, cada vez que me sale ‘azbudijar’ algo, yo pruebo igual. Por ejemplo, ayer intenté hacer una mezcla de ‘rehogar’ con ‘cernir’, a ver si azbudijar es eso: Rehogué medio kilo de carne picada en un colador. Y sí, el colador lo tuve que tirar. La carne picada también.” El presupuesto de Martín en sartenes, ollas, panquequeras, planchas, asaderas, pizzeras, fuentes de vidrio y hasta palanganas empieza a ser preocupantemente alto. “Mi jermu me dijo que si vuelvo a freír camarones en la licuadora, que me vaya buscando un depto”, dice, y por su semi-sonrisa amarga, no sabemos si es en serio o no (o sea, no sabemos a qué parte de la semi-sonrisa hacerle caso).



“Lo que hay que hacer acá es cerrar las fronteras a los libros de cocina de España”, predica Morrales con vehemencia. “No puede ser que con el hambre que hay en la Argentina la gente tenga que tirar un lechón porque en el momento apropiado no sabe ‘bermizarlo’. O que caiga el consumo de pescado porque la mitad de las recetas tienen pogochos de Balmacete como guarnición. Es una vergüenza.” “¡Y la humillación! ¿Sabés las veces que el verdulero de la esquina me vendió perejil a precio de oro diciéndome que eran sofroluchos –que parece que con salmón van como piña? Pero yo te juro que la próxima vez no le compro, o se lo compro a mitad de precio!”, se indigna Martín. Y agrega “¡Uuuuna quiero hacer! ¡Uuuuuna!”



Antes de dejarlo le prometemos a Martín, para apaciguar su llanto, que le enviaremos un kilo de bogdabolos para hacer el mondongo a la Metusalena que tanto lo frustra, ya que tenemos un tío que los cultiva en Florencio Varela. Mentira, pero nos da cosa.



Esta es una campaña de bien público. No seamos indiferentes al drama de tantos argentinos que, como Martín, no saben leer recetas de cocina de libros editados en España. ¡Glarsopémolos!


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jueves, 16 de agosto de 2012

Dato 4.821: Besos entre hombres


caparros.gifEn Argentina los hombres empezaron a besarse entre sí en 1986. ¡Mirá vos! (Fuente: Gustavo Correa, que dice que “una chica del Facebook lo publicó, pero es escritora y me parece seria, se llama Patricia Suárez, por ahi la conocés” Probabilidades de exactitud: 1 %%, y le pongo 1 para que no repita el año pero me parece una vergüenza que a esta altura se manden miravoses de esta calaña, o sea, somos pocos y nos conocemos mucho, es una falta de respeto total. Es un insulto a mi inteligencia y a la de todos ustedes. ¿Por qué nos insulta, Sr. Correa? Y aparte a esa señora no la conozco y que sea escritora solo da la pauta de la clase de catadura moral de la gente que el Sr. Correa tiene como referentes, salvo contadas excepciones el escritor que no es un alcohólico (Poe, etc.) es drogadicto, prevaricador o pederasta. Por favor terminemos con este tipo de cosas que sólo nos denigran como nación y como especie. Ya me amargaron el resto del año, mirá, no sé ni si voy a volver por acá, estoy devastado)


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¡Top Ranking 35 de la Nostalgia!


1) Uhhh, ¿te acordás de los Sea-Monkeys?

2) Uhhh, ¿Y de Joe 90? ¿Te acordás de Joe 90?

3) Pará, pará, ¿y te acordás cuando laburabas en Clarín y eso no le daba derecho a medio planeta a TIRARTE CASCOTAZOS? ¡Uhhh, qué loco (fue el aÑo pasado)!

4) ¡Pará! ¿Y te acordás de cuando querías representar a un .Medio de Comunicación Malo. o un .Periodista Malo. y alcanzaba con mencionar a Radio 10 o ámbito Financiero? ¡Ja, ja, qué tiempos aquellos! Pará, ¿y te acordás del Topolino?

5) Che, ¿y qué pasó con Radio 10? ¿Son buenos ahora?

6) ¿Y de los Matchbox? ¡Qué buenos que estaban!

7) Uhhh, ¿y te acordás cuando el canal 7 era criticado porque mucho noche del domingo, mucho culo y teta, culo y teta y nada de política y se decía .qué barbaridad, cómo es que canal 7 no se utiliza para habar de política.?

8) ¿Y cuándo Darín era un .galancito. que andaba con Susana Giménez y contrabandeaba autos y no había que lavarse la boca con agua bendita antes de pronunciar su Sagrado Nombre? Uhhhh.

9) Uhhhh, ¿y cuando todos creíamos que Kirchner era un títere de Duhalde? Fue como hace TREINTA AÑOS, ¿no? Ah, no, pará, fue hace ocho aÑitos. Pará, ¿y de Gaby, Fofó y Miliki? ¿Te acordás de Gaby, Fofó y Miliki?

10) Uhhh, ¿te acordás cuando se podía hablar de la Oligarquía del campo y no te acusaban de kirchnerista furibundo?

11) Uhhh, ¿y cuando todos (¡sí, TODOS!!!) pedíamos que se reabran los juicios a los milicos y no te acusaban de kirchnerista furibundo?

12) Uhhh, ¿te acordás cuando podías poner a Hebe de Bonafini como símbolo de la lucha por los Derechos Humanos y nadie ponía cara de asquito? Pará, ¿y de Carozo y Narizota te acordás?

13) ¿Te acordás que antes no había soja? Había milanesa de soja, o salsa de soja, pero no era una planta. ¡Mirá ahora toda la soja que hay!

14) Uhh, ¿te acordás de la musiquita del Canal 2 antes de que vieniera la televisión a color y la programación empezaba a las 4 de la tarde? Yo me acuerdo (la tengo grabada en el cerebro), era así: Dun, durundun, dun dun dun dun, durundun, dun dun dun dun, durundun (repite). ¿Se consigue esa música ahora que hay Internet?

15) Pará, ¿te acordás cuando Tinelli era un pinche de Badía y Badía (¡Badía!) lo gastaba? ¡Ja, ja, ja!

16) Uhhh, ¿te acordás cuando todos aplaudíamos al Congreso por declarar el default, porque era un acto de soberanía?

17) Uhhh, ¿y te acordás cuando todos apludíamos a Kirchner por cancelar la deuda con el FMI, porque era un acto de soberanía?

18) Pará, ¿y ahora hay que pagarle de nuevo? ¿No estaba ya? ¿Cómo es? Pará, ¿te acordás de .Los Uruguayos.? ¿Y de Mesa de Noticias, y del jugador Pancho Sá, y de Gath & Chavez, y de la .Mountain Dew.? ¿Te acordás de todo eso?

19) ¡Pará! ¿Te acordás de Menem?

20) Sí, sí, ¿te acordás de cuando Menem era un Superhombre invencible y diabólico que reinaría sobre nosotros hasta el fin de los tiempos y había que votarle siempre en contra, siempre en contra, siempre en contra hasta desalojarlo del Poder y no había caso, era inconmovible, el tipo era una roca, un trozo de granito, un trozo de adamantium? ¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¿Dónde andará ahora?

21) ¿Y Marcelo Marcote? ¿Dónde andará ahora?

22) ¿Y Willy Ruano? ¿Dónde andará ahora?

23) ¿Y Andrea del Boca? Ah, no, pará, ahora está.

24) ¿Te acordás cuando Serrat, León Gieco, Mercedes Sosa, Víctor Heredia, Antonio Tarragó Ros, etc. eran la Reserva Moral de la Izquierda? ¡Ja, ja, ja! Ahora decís .León Gieco. y te recontracagan a trompadas.

25) ¿Te acordás cuando mencionar a Magdalena Ruiz GuiÑazú, María Elena Walsh, Rolando Hanglin, Jorge Asís y el Buenos Aires Herald era .progre.? Sí, sí, en una época era .progre.. ¡En serio!

26) Eso era porque Magdalena había desafiado a Harguindeguy.

27) Y María Elena había escrito .El país Jardín de Infantes..

28) Y Hanglin escribía en Satiricón, y Asis era peronista, y el Herald escribía sobre derechos humanos, etc. y todo eso y ahora los escuchás y te querés cortar las bolas.

29) ¿Te acordás cuando decir cosas de izquierda estaba bien visto y los .neo-fachos. no habían importado la palabrita .progre.? Se usaba .psicobolche., pero menos a mansalva.

30) Pará, ¿y de las zapatillas .Flecha. te acordás?

31) Uhhh, ¿te acordás cuando usábamos jeans con agujeros y remerón de Snoopy? Ah, no, pará, ese era yo.

32) Uhhh, ¿y cuando creíamos que la gente de Capital era más progre que elr esto del país y por eso le votaba en contra a Menem? ¡Ja, ja, ja!

33) Ah, pará, ese también era yo.

34) Pará, ¿y de los Sea-monkeys? ¿Alguien se acuerda de los Sea-Monkeys? Pará, pará, ¿se acuerdan de los Sea-Monkeys? ¿Y los Sea-Monkeys? ¿Se acuerdan? Los Sea-Monkeys, los Sea-Monkeys ¿Se acuerdan, se acuerdan de los Sea-Monkeys?

35) Bueno, yo no.


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¡El Mal está instalado en nuestros aparatitos!


En aquella época legendaria en que yo no tenía celular, consideraba que cualquier intento de humorismo acerca del aparato representaba una tilinguería repulsiva; leía en blogs y revistas comentarios jocosos sobre mensajitos mal enviados o funciones estrambóticas, y me cocinaba en mi propio jugo de irritación y fastidio. “Hay que ser pelotudo”, decía yo, moviendo la cabeza



Hoy que soy un chico moderno y no sólo tengo celular, sino que ya voy por el segundo (un consejo: no jueguen a los manguerazos con el aparato en el bolsillo), curiosamente ya no me parece tan infame. Esto puede significar que o bien me he degradado humanamente o que la cosa no era para tanto. Sin embargo, hay una tercera posición que me parece mucho más irrefutable: Cualquier cosa está bien, mientras la haga yo.



Aclarado este punto, tengo que decir que mi nuevo aparato –austero, sin camaritas ni cosas raras, que eso SÍ está mal- viene con una función tecnológica que jamás hubiera creído posible: La “Falsa llamada”.



Se trata de un botoncito o programación que al ser accionado, hace que el teléfono suene, como si nos llamara alguien, quedando completamente caduco lo que se hacía en los viejos tiempos: hacer “ring, ring” con la boca, para luego decir “uh, tengo un llamado”, lo que solía verse con malos ojos. La función tiene cientos de aplicaciones prácticas: reuniones bodrias, velorios, discusiones con acreedores o mujeres, sentirse menos solo, etc.



Pero lo que realmente me pasma de la cosa es cómo una empresa seria, respetada mundialmente, que fabrica telefonitos con ganancias de millones de dólares, incluye una utilidad tan obviamente inmoral en su manual de instrucciones, sin que se le mueva un pelo. Ni siquiera han intentado disfrazar la cosa, ponipendole “Función de sonamiento del ringtone automático” o “Chequeo de buen funcionamiento del ringtone” o aunque sea “Llamada no exactamente exactamente exactamente verdadera”. No, “Falsa llamada”, le mandaron, así sin eufemismos de ningún tipo. Falta que le agreguen “Y si aceptás esta función, no te quejes si el aparato se te trula a los tres meses, que vos sos igual de pillo que nosotros, los señores Telefonito”. Esto, además de dar cuenta de la decadencia moral de Occidente, la cercanía del Apocalipis, el Reino de la Inmunda Ramera de Babilonia, el fin del Mundo según el Calendario Maya, las doce tribus perdidas de Israel, el Triángulo de las Bermudas, la msiteriosa desaparición de los Caballeros Templarios, eeehhh… Perdón, me extravié un poquito. Decía, además de todo eso, abre las puertas de una miríada de “Funciones de Celular Malvadas”:



“El Falso Mensaje”: Como la falsa llamada, pero en mensaje, y aparte te aparece escrito y todo. Un robot escribe los mensajes a tu medida y conveniencia, como para que unos los muestre comentando “Uh, mirá el mensaje que me mandó Megan. Desde esa noche en San Diego no me deja en paz, la pobre, quién hubiera dichoque una súper estrellacomo ella sufriría de fiebre uterina”. O “¡Este Marty! Porque yo a Scorsese le digo Marty. Insiste en hacer una película con mi blog, ahora me pone que ya lo consiguió a Robert Downey para hacer de mí. Pero yo ya le dije que tengo ciertas dudas con la trasposición de géneros, no quiero comprometer mi ética artística. Bueno, veremos.” O: “Uh, mirá, me invitaron a una cena de fin de año” o “Uh, mirá, me madaron una promo” (cuando el nivel de nuestras pretensiones ha descendido un poco).



La “Falsa Llamada a Otro”: Se trata de unas “llamadas fantasma” que apareden registradas en tu aparato aunque no las hayas hecho nunca. Su uso más inocente es demostrar que uno ha hecho el intento de comunicarse con esa persona, cuando lo había olvidado por completo. Sirve para cumpleaños ajenos y otros compromisos que no nos importan. Su uso más maquiavélico, por otro lado, es acusar a otra persona de no atender tus llamados, con el objeto de manipularla psicológicamente, exigirle favores a cambio, utilizarlo como prueba judicial, etc.



La “Falsa Llamada de otro, pero a otro”: Se trata de una función por la cual podés llamara a otra persona, pero al otro le aparece un teléfono ajeno. Por ejemplo, el de tu ex suegro, ponele. Ideal para llamadas obscenas, amenazas anónimas, falsas noticias de fallecimientos, chistes telefónicos tipo “¿Hablo con la Familia Gallo?” o simplemente llamar y cortar, llamar y cortar, llamar y cortar, llamar y cortar. Viene con una camarita conectada la casa del impostado, para verle la cara cuando el acosado lo llama para putiarlo.



El “Falso Usuario”: Se trata de un robot que atiende por vos, imita tu voz a la perfección y mantiene una conversación con la persona indeseable de turno. Y aclaremos que cuando digo “robot” no me refiero a un “programita” virtual, sino a un robot en serio, un replicante igual igual a vos, sólo que con pinzas de acero en lugar de manos y la fuerza de cien hombres, así que también puede ser útil a la hora de discutir con algunos vecinos. Y que tenga rayos láser y “Función mayordomo”.



La “Falsa Fotito”: Para hacer uso de esta función, ni siquiera hace falta que el celular tenga camarita, porque como ya hemos dicho, tener camarita está mal. Sirve para sacarle fotos a personas que crean merecerlo. Luego, le mostrás cómo salió la foto, pero cuando aprieta el botoncito al tipo le aparece la foto de uno de esos deformes que salen por Youtube, y tiene pesadillas durante toda la semana. Viene con una frazadita del tamaño de la pantalla, que la cubre cuando lo mirás vos (así no ves al deforme).



La “Falsa Linterna”: Pretendiendo que el moderno celular sea un cortaplumas suizo de cosas de electricidad, en algún momento se le agregó la “función linterna”, que sirve para buscar llaves, aritos, etc. Nosirve, lamentablemente, para buscar el celular que se te cayó en la zanja. No importa. Ese es otro tema. La cosa es que en este modelo, la “Falsa Linterna” es, en realidas un rayo láser perforante, que vos ya sabrás cuando, cómo y contra quién usar. Y si el tipo se enoja (por ejemplo, si pierde el ojo), ahí accionás al “Falso Usuario”, para que le haga un fuerte apretón de pinzas.



El “Falso Celular”: Se trata de una medida preventiva para que no te lo pidan prestado. Es un celular igual a tu celular, sólo que tiene unas púas microscópicas embebidas en curare. La dosis es mínima, como para dejarlo al tipo paralizado durante algunas horas. Tampoco queremos matarlo, sólo sacudirle un poco la hormona del manguerismo. Y si se te va la mano, el “Falso Usuario” viene con una “Función The Wolf” (en homenaje a Harvey Keitel en “Pulp Fiction”)



Podría seguir HORAS, pero ¡ring, ring!, upa, me llaman, me llaman, perá.


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martes, 14 de agosto de 2012

¡Revelan inesperadas consecuencias de la anti-escasez de monedas!


COSAS QUE SE ESCUCHARÁN A PARTIR DE QUE PAGAR CON MONEDAS EL BOLETO TE SALE MÁS CARO Y NADIE QUIERE MONEDAS Y TE LAS TIRAN POR LA CABEZA Y SE ACUMULAN EN RINCONES, BOLSILLOS, CAJAS Y CANASTITAS SIN QUE NADIE HAGA NADA:



“Hola, ¿tenés una Rodhesia?”

“Tomá, dos pesos justo”

“Tomá, acá tenés 20 monedas de 10 centavos”

“Uy, ¿no me podés no pagar con cambio? Tengo demasiado cambio”

“Y, lo que pasa es que no lo necesito para el colectivo”

“Y, flaco, pero yo no soy un banco para estar no dándote monedas, andá a un banco”

“Es que en el banco tampoco no me queren no dar monedas, me sacaron carpiendo, me dijeron que no aceptan más de diez pesos en monedas por persona. Y tengo $$ 999.7889.5.666. Pero todo en cambio y no lo quiere nadie, es como si no tuviera nada”

“¡Es que ya tengo! Ya tengo cambio, ya tengo, tengo demasiado cambio, no me sacás todo el cambio. ¿Después cómo hago para no darle cambio a los otros clientes?”

“¿Pero para qué no tenés el cambio, sino es para no darle vuelto a un cliente? Yo soy un cliente. Yo no tengo la culpa de que tengas cambio, tendrías que no conseguirlo vos. No me des una moneda, me matás si no.”

“No es mi obligación no tener cambio, mirá, mirá la caja, ¿ves? Está llena, rebosante, pletórica de cambio y monedas, ya no sé dónde ponerlas. Tengo atrás un cuartito lleno de monedas”

“¿Y yo ahora cómo hago? Me tengo que tomar el colectivo, ¡No necesito monedas! ¡No necesito monedas! Vos sabés que si tengo monedas no me puedo tomar el colectivo (porque me sale más caro)”

“¿Y no podés pagar con la SUBE?”

“Sí que puedo, no la perdí, justamente por eso no quiero monedas. El tema es que tengo tantas monedas en los bolsillos (en mic asa ya no hay lugar) que no puedo subir las piernas para subir al colectivo. Dale loco, ponete las pilas, aunque sea agarrame un peso”

“¡No puedo! Ya tuve problemas con los vecinos de mi casa (se hundió el techo) por la cantidad de monedas que tengo guardadas. No entiendo qué pasa con las monedas. ¿Quién no las tiene?”

“Y, pero a mí también me pasa lo mismo. Para mí que hay algo turbio, hay una mafia que no está acaparando monedas”

“Ah, a mí me dijeron lo mismo, hay una mafia que te vende monedas de un peso a 80 centavos, se están no llenando de guita”

“Qué hijos de puta, seguro que se están vaciando de guita”

“Claro, pero en monedas”

“Claro. Cómo juegan con la desesperación de la gente, pobre país”

“Y aparte el Gobierno sigue acuñando monedas, para amortizar las reservas de níquel que se compraron. Te das cuenta la locura en la que estamos inmersos”

“Sí, para mí hay más monedas que antes, cada vez más, aumentando en proporciones astronómicas y demenciales. Y el que se jode es el ciudadano de a pie. Pobre país”

“Incluso no sabés cómo bajó la venta de Rodhesias”

“Y, esto prueba Rodhesia estaba sostenida en base al tráfico de monedas. Bueno, me alegro, por hijos de puta, yo te trefiero una Tita toda la vida.”

“Mirá, yo lo que puedo hacer es aceptarte 50 centavos en monedas, más no.”

“¿Y cómo hago? No hay billete de un peso con cincuenta”

“Y, no sé”

“Bueno, te doy cincuenta centavos y el resto en caramelos (que compré en el kiosco de la vuelta, CON MONEDAS)”

“(Suspiro) Bueno, bueno, dame los caramelos. Son todos iguales, ¿eh? Vamos bien, vamos bien (suspiro). Vamos bien”


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Dato 4.889: Japón


caparros.gifEn Japón las empresas de seguros ofrecen cobertura contra el “hoyo en uno” para los jugadores de golf, ya que en ese país se considera que los que lo consiguen tienen la obligación moral de compartir su suerte con los demás miembros del club, ya sea pagándoles una comida, haciéndoles regalos, etc. En estas ocasiones no es raro que se terminen gastando varias decenas de miles de dólares. ¡Mirá vos! (Fuente: Heguido, que lo sacó de “una revista Selecciones de 1997. O sea, la fuente más indiscutible del mundo, y de yapa, añejada.” Probabilidades de exactitud: 200 %%, por la fuente, pero hay que restarle el desfasaje temporal, o sea 200 %% – 1967 %% = -1767 %%)


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lunes, 13 de agosto de 2012

¡Novela con problemas técnicos: El múltiple!


(Novela hipotética con el problema técnico de que el tipo se encajeta mucho con escribir desde el punto de vista de varios personajes)



No fue una buena noche. No, no lo fue. Se suponía que era una elegante salida familiar a un elegante restaurante italiano. Yo con corte de pelo del mediodía, Eve preciosa en su vestido color melocotón, los gemelos recién bañados y expectantes. ¿En qué momento se desbarrancó todo? Empezó con un chiste, un sencillo sarcasmo dicho entre dientes. No pensé que Eve se sentiría herida, ni tampoco fue mi intención. ¿O tal vez sí? Años de resentimiento matrimonial. Ya es difícil discernir dónde termina al amor y dónde empieza esa mezcla sucia de comodidad, acostumbramiento y deseos de asesinato reprimidos que, por otra parte, está presente en todas las relaciones humanas. Y luego, la paulatina agresividad surgiendo de nuestras bocas, los gritos, las acusaciones, las lágrimas. Y Jill y Tommy mirándonos con ojos tristes. Pero ahora esto. El policía que me detiene para inspección “de rutina”, y al que no le hará falta ser Columbo para adivinar lo completamente borracho que estoy. La humillación que faltaba. No necesito esto frente a Eve, y menos frente a los gemelos. No lo necesito frente a mí mismo.



En la mañana llamaré a Horton. Esta fue la gota que rebasó el vaso. No puedo seguir junto a él. Horton intentará calmarme. Me preguntará si aún lo amo. ¿Y yo qué sé? ¿Acaso tiene algo que ver? Ya hace tiempo que el amor no forma parte de mis preocupaciones. Simplemente ya no puedo mirar a Loomis, porque de Loomis estoy hablando -porque yo soy Eve, la esposa de Loomis, como me gusta aclararme mentalmente cada tanto, en la eventualidad de que mis pensamientos fueran leídos por alguien a continuación de los de Loomis y hubiera que evitar confusiones- sin una sombra de ira. Sin el desprecio que me inspira su hipocresía, su tacañería, su gusto barato. Iba a hacer una noche especial, donde intentaríamos por un rato volver a ser la familia que éramos. Pero no, él no lo permitiría. Él tenía que hacer esos comentarios sobre Esther. Él sabe bien cuánto me duele. Por esas cosas es que no soporto verle a la cara. O por la pantomima patética que está a punto de ensayar, tratando de ocultarle al policía que está borracho. Si hacía falta algo para que revise mi celular buscando el teléfono del bufete de Horton, era este espectáculo ni siquiera triste.



¿Irá papá a la cárcel? ¿Mi papá, que se llama Loomis (así como yo me llamo Jill, porque soy Jill)? ¿Y mamá? ¿Mamá irá a la cárcel, también? ¿Quién conducirá el coche en ese caso? ¿Tommy? ¡Espero que no sea él! ¿Cómo llegará a los pedales?



Ok, tenemos un 412. Puedo sentirlo desde aquí. Pobre bastardo. Se nota desde lejos no sólo su borrachera sino su completa y total infelicidad. La veo en sus ojos, y en sus manos. Papá decía que se puede adivinar la felicidad de un hombre mirando cómo mueve sus manos. Cómo sus dedos se agarrotan por la tensión constante de negar que su vida es un infierno, amoratando sus nudillos. Dejándole marcas varicosas. Y el Señor sabe que aprendí a prestarles atención. Un policía debe hacerlo –porque soy un policía- o no sobrevivirá mucho a las calles, a las armas de los adictos al crack surgidas de entre la ropa, a los puños lanzados por los borrachos beligerantes, a los puñales de los jóvenes miembros de las mafias latinas. Pero nada debo temer esta noche. Este tío está demasiado vencido para intentar mano, así que sus manos son sólo eso: Manos tristes.



No debo tambalearme. Si algo útil me enseñó papá –papá, con su eterna ebriedad leve de whisky de centeno- es cómo disimular el tambaleo en cuanto uno se acomoda fuera del auto. Porque soy Loomis –el que estaba manejando recién- y el policía me ordenó salir del auto. Eso es. El pie derecho se golpea, como para enterrarlo en el asfalto y el tercero lo sigue, amagando la misma patada pero aterrizándolo levemente, como para que el cuerpo tenga tiempo de acomodarse y disimular el serpenteo involuntario. La mirada tranquila, pero los párpados deben tironear un poquito hacia arriba, sólo un poquito, porque los ojos de huevo duro no suelen ser una señal tranquilizadora. Y todo debo hacerlo fingiendo que los ojos de Eve taladrándome la nuca me importan un comino.



Si Tommy, mi hermano gemelo, porque yo soy Jill, intenta manejar, le recordaré que soy la mayor por quince minutos. Y que tengo piernas más largas. Él puede mirar el mapa. Papá lo guarda en esa puertita que hay en el asiento donde viaja mamá y Tommy puede leerlo y decir por qué camino podemos ir. Sé cómo entrar luego a casa, por la ventana por la que entra papá los viernes de madrugada. Le he visto, sé cómo hacerlo y luego cómo dejarla para que parezca cerrada. De ese modo cuidaremos que no entre ningún ladrón hasta que papá y mamá vuelvan a casa.



Yo creo que decididamente si pelea un Megazord contra un Autobot, debería ganar un megazord. Parecen más grandes. Estoy seguro. Jill, que es mi hermana gemela –por eso pensamos de forma parecida y si nuestros pensamientos estuvieran escritos aparecerían con el mismo tipo de letra- no sabe nada de estas cosas, con sus tonterías de Barbie y Hannah Montana. No, no lo sabe. ¿Y por qué tarda tanto papá?



Patético. Esa es la única palabra que se me ocurre. Eres patético, Loomis, y estoy cansada de negarlo, de negárselo al mundo y sobre todo de negármelo a mí misma. Pará. Porque soy Eve. No me canso de aclarármelo a mí misma. Especialmente por las dudas, por si se me rompiera la función que pone las letras en itálica en el caso de que nuestros pensamientos estuvieran por escrito, y eso me importa porque, porque, esteee, porqueeee, ¡porque trabajo de editora en una pequeña editorial de New Jersey! Sí, eso es. Por eso siempre pienso en estas cosas y ando aclarándomelo mentalmente, incluso en esta situación. Bueno. En fin, la cosa es que es patético. Hasta ese triste policía, que no parece muy feliz de estar en el camino a las dos de la mañana, ve a Loomis con lástima. Patético.



Debería dejarlo ir. No es un mal tipo. Sólo ha tomado algunas decisiones equivocadas. Como tomarse un par de copas de más en una salida familiar. O como hacer una salida familiar, o como formar una familia. Ya se nota que tiene castigo suficiente con su propia existencia Y Dios sabe que necesito tanto arrestar un tipo y pasar el resto de la noche llenando el papeleo como una segunda apendicectomía. Ojalá que todo eso sea lo que esté pensando el policía, así me deja irme (pará, porque soy Loomis y me quiero ir a mi casa). Y ahora, ¿por qué va a hasta la patrulla?



Ok, lo dejaré ir. Pero obviamente no tiene que salirle gratis, así que fingiré que voy a la patrulla, a hablar con el precinto. Diré mis palabras y números técnicos de rigor, algunos inventados, con los que a los policías (porque yo soy el policía) nos gusta aterrorizar a estos pobres diablos, y luego volveré y le diré “Vuelva a casa, señor, y maneje con cuidado” Y pensaré “y choque contra un poste, como si me importara”. Ojalá que eso sea lo que esté pensando el policía –porque soy Loomis y me estaba imaginando lo que pensaba el policía. Y ahora me lo imaginaba con otro tipo de letra, porque me imagino que si todo esto estuviera por escrito cada uno de nosotros hablaría con un tipo de letra distinto, en el párrafo anterior (porque si esto estuviera por escrito lo que pensé hace un ratito estaría como en otro párrafo) medio que no me di cuenta y pensé todo con la misma tipografía; y aparte pienso mucho en estas cosas porque yo que soy Loomis trabajo en una pequeña editorial de New Jersey, ¡claro! La misma donde trabaja Eve, de hecho ahí fue donde nos conocimos. Claro, no es una casualidad, o sea, es perfectamente creíble todo esto que estoy pensando. Todo cierra. Bueno. Bueno, ojalá que el policía piense todo eso.



Si no fuera por los niños desearía que lo arresten. Tal vez eso le enseñe algunas cosas. ¡Maldita sea! ¿Cómo terminamos así, dos jóvenes promesas del mundillo editorial de New Jersey? Arrinconados a un costado de un camino oscuro, evaluados por un policía que no parece muy feliz de estar aquí a las dos de la mañana. Pará, porque ahora soy Eve. Y mi otro problema es que yo también me tomé dos bloody marys (Dios sabe que antes de casarme con él lo más fuerte que bebía era Ginger Ale), así que, ¿quién manejará? ¿Tommy? ¿Cómo llegará a los pedales? Y encima con esta extraña sensación de que, si mis pensamientos fueran transcriptos a una novela, estaría tan borracha que ni siquiera podría pensar con mi propio tipo de letra, sino con el tipo de letra del policía, y que encima a él sí le funcionaría la itálica. ¡Maldita sea, no puedo dejar de pensar como editora! ¡Voy a volverme loca, loca, loca, ja, ja, ja, ja!



Señor, deberá acompañarme a la jefatura. Eso debería decirle. Sí, es lo más prudente. Eso es lo que el policía está pensando decirle a papá. ¿Y quién manejará? Mamá también tiene ese olorcillo gracioso. ¡Tengo miedo! ¡No creo que pueda manejar, y Tommy aún no lee bien! ¿Cómo leerá el mapa? Pará, eso es lo que están pensando mis hijos, y con ese tipo de letra, porque soy Loomis. Y yo sigo pensando en ese tipo de letra (en el caso hipotético de que esto estuviera por escrito), para expresar lo identificado que estoy con ellos y porque estoy borracho y medio cagado en las patas y no puedo cambiar de tipo de letra. Patético. Eso es lo que estoy pensando. Ah, no, pará, esa es Eve. Ahí está, soy Eve. No, pará. Ahí está, eso es lo que está pensando mamá de pap… No, pará, los niños no pensarían en una forma tan compleja y sofisticada. Loomis nunca los estimula. La última vez que los llevó al teat… Pará. Pará. No, pará, si Loomis soy yo.



Si sólo apareciera Optimus Prime, podría llevarnos y podríamos ver la tele. Eso es lo que debe estar pensando el niño, que tiene cara de ser medio fanático de los Transformers. Me lo imagino así, con ese tipo de letra, pienso en esas cosas porque soy edit… No, pará, Soy policía, porque soy el policía, y… Esteeeee…



(Se suspende la novela por problemas técnicos)


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¡Macabra conclusión sobre cerrajería!


Y ALLÍ UNA VEZ MÁS ESTABA YO COMO TANTAS OTRAS VECES, TREPÁNDOME A UNA MEDIANERA COMO UN VULGAR RATERO PARA ENTRAR A mi propia casa. Pasando –como tantas otras veces- por la casa del vecino de la ocasión (en este caso una anciana que no paró de demostrarme que estaba completamente aterrorizada por mi presencia en su hogar mientras me conducía hasta su terraza al gemido de “Ay, Dios”, “Ay, Dios”) y perturbando la vida y los negocios de otras personas. Pero pregunto: ¿puede alguien declararse totalmente libre del Pecado Venial de Dejarse las Llaves Adentro, o de Ser Víctima de los Cerrojos que se Rompen? Y no es que quiera echarle la culpa a la casa en sí –ya que el chiste me fue realizado en por lo menos tres propiedades diferentes- pero evidentemente la culpa no es enteramente mía, sino de la Sociedad, ya que no se habría creado la profesión de Cerrajero Urgente 24 Hs. de no ser esta calamidad “algo que más tarde o más temprano, te pasa”.



Pero voy aún más allá: ¿Puede el Hogar considerarse un Hogar si uno aún no ha accedido a él por medios no tradicionales? ¿Puedes tú jactarte de ser el Amo y Señor de tu castillo si entras a él todos los días maniobrando con tus patéticas llaves como un boludo? ¿Acaso la verdadera Libertad –en este caso, la Libertad de entrar a nuestra casa para estar con nuestras cositas- no es aquella que se toma sin permiso? ¿Acaso debemos pedir anuencia para abrirle nuestro corazón a la mujer que amamos, confesarle la verdad a nuestros hermanos de Alma o enviarle un mail amenazante (precavidamente anónimo) a Fernández de Cotaduría?



¡Declaro, expongo y postulo que no! ¡Rechazo enérgicamente la idea de que MI casa, el lugar donde el Guerrero reposa sus huesos, donde descansan ordenadamente mis libros de numismática y criptozoología forrados en cuero marroquí, donde me relajo putualmente a las 19:30 con un vaso de scotch con soda junto a mi cuervo embalsamado, donde mi amada y mis niños duermen cuando nos cobija la Reina de la Noche deba permitirme su acceso a través de un ingenio mecánico confeccionado por un artesano cuasi-medieval, como si fuera un extraño y no el Dueño de Casa (en el sentido amplio de la palabra “Dueño”), como si una entidad robótica me concediera todos los días la gracia de entrar a mi cubículo mediante un santo y seña y riera entre dientes mientras ironiza “sí, sí, entra a ‘tu’ casa… mientras tengas tus llaves”! ¡No! ¡Te he vencido, Entidad! ¡Mediante mi ingenio, las fuerzas –en decadencia, pero fuerzas al fin- de mis poco entrenados músculos, la ayuda de escaleras, sillas, bancos y macetas y la colaboración de los vecinos cuyo apoyo, confianza y solidaridad he sabido ganarme yo solo (A través de ocasionales saludos consistentes en lúgubres movimientos de cabeza), he sorteado tus salvoconductos y condiciones, hasta penetrar en el corazón de mi propia Vida!



Ahora YO tengo el Poder. Sí, Entidad, luego de una breve visita al artesano vuelvo a tener tu llave, pero por comodidad, como parte del lujo fatuo y “extra bonus” que nos dan los tiempos modernos. Pero he tomado posesión de mi casa por mis propios medios, y ahora ésta se rinde a mis pies, refriega su hocico contra mis rodillas y me mira con la adoración de la más fiel de las mascotas.



Así que si me dejo de nuevo la llave adentro ya sabés, no es que sea un boludo, es otra cosa, otra cosa, otra cosa.


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domingo, 12 de agosto de 2012

¡Reuniones Sociales: 3 Manmniobras!


Escribe el Profesor H: Gordon

Profesor Nacional de Ginmnasia Humana

hophopunodosunodos@gmail.com



Buemnas tardes, alunmas, alunmos: Hoy nuestro Senmininario Integral de la Gimnmnasia Humana les propone un nuevo tema, un tema que me preguntan mucho mis alunmos porque es onmipresente: el tema de las reuniones sociales.



Todos estaremos de acuerdo que el ánmbito social es el ideal para entablar contacto social con otro seres humanos, y por eso es que hay que tratar de cultivarlo. Sin enmnmargo, también estamos de acuerdo en que la más de las veces esto conmnlleva algunos inconmenientes, como por ejemplo ir a una cena de Navidad y no hay Vitel Toné. O hacés un conmnentario sobre un tema deternminado y se te engrampa un experto en eso que conmentaste (ejemplo, el material con que se hacen los globos con forma de salchicha) y te pasás el resto de la noche con el individuo abrochado como una escarapela. O hacés un chiste “x” y resulta que la abuela del honmenajeado se siente herida. Pero todo esto puede evitarse o por lo menmnos paliarse si nos ejercitamos en algunas de las manmniobras que explico a continuaciómn:



Maniobra 1: El “Justing Lleguing”, tanmbién conocido comom la Maniobra de la Puntualidad Favorable.



Es sabido que la punmtualidad se considera una gran virtud, EN LA TEORÍA. En la práctica, el exceso de punmtualidad saca de quicio al pobre diablo que está luchando con genmnerar las brasas del asado y a la matrona a la que sorprendenmos con pintura de las uñas sin secar. Pero aún peores consecuenmncias trae para el puntual, que se ve obligado a esperar horas y tenerle la vela al anfitrión y quedarse seco y exprimido de temas de conversación hasta que sale el primer chorizo.



Por eso, mi SISTEMA CALISTÉNICO DE ADJSUTING DEL LLEGUING© asegura que vd. llegue no cuando el tipo está recién apilando el carbónmn, ni cuando queda apenas un trozo de entraña seca, sino justo justo justo cuando los primeros manjares están saliendo de la parrilla. A decir verdad, comnviene hacerlo unos tres minutos antes, para que el proceso del saludaje no imterfiera con la mansticaciónm, cosa que es peligrosísima (se han dado casos de anmsfixia), y de paso se evita algún conmentario ponmzoñoso estilo “ahhhh, llegaron justito, mirá que justo, epa, epa, qué justo, ¿eh? Llegaron justo, parece que lo tuvieran calculado”.



De hecho, la idea es que sí lo tenga calculado –la ciencia siempre está ahí, en el rincón del cuadrilátero, lista para darle una mano viril a la Gimnmasia Humana- y puede hacerse mediante cálculos tringonomnmétricos y el estudio de la psicología del Inmdividuo: Qué tan proactivo es el parrillero de turno, si siempre se le hace tarde o no, si tiene exprienmcnia en estos temas, etc. Pero como siempre digo, la práctica y la insistenmcia es lo que hace al ginmasta.



Cuidado con no realizar la manmniobra inmersa, el “Justing Irsing”, o “Pájaro que comió, voló”, lo que puede producir habladurías desagradables o que no lo inmiten más a un asado. Sin enmargo, si en lugar de un asado se trata de una “fiesta” con alcoholismo, muchachas y música, irse justo antes de que ésta se transmorfe en un mbodrio, puede crear entorno a ustém la leyenda de ser el alnma de las fiestas.



Cómo Mejorar el “Justing lléguing”: Como sienmpre digo, la práctica. Practique, practique, practique, o las “3 P”. Llegue justo antes el asado más veces, con más frecuencia y mejor. Si al prinmncipio no le sale (por ejemplo, llega media hora anmtes, o cuando estámn sirviendo el vacío), ¡inténtnmelo de nuevo! Hasta que le salga, y una vez que le salga, siga. Trate de que hacerlo mínimo 57 veces.



Manmniobra 2: El “Orting Regáling”.



Vio que se estila en nmuestra cultura, en Occidente digamnos, que en ciertas ocasiomnmes hay que hacer un regalo, lo que provoca no pocos dolores de cabeza, especialnmenete cuando hay involucrada gente difícil de regalarle cosas. Son estos: Adolescentes, veinteañeros, personas de más de treinta y cuarentones, y la gente mnmás mayor tanmbién. En suma, regalarle algo a un mniñnmio es fácil. Debido a su inmexperienmcia en la vida, todo les parece moderno y novedoso. Pero a medida que el humano madura, se imbuye de un espimnoso espíritu crítico que hace cada vez más compleja la conformidad del imbidnviduo (o Manmiobra “No Coming Good Poronguing”).



Súmase a esto la inmfinidad de preocupaciomnes de la vida cotidiana, que conmvierte esta sencilla tarea en un verdadero calvario. ¡Es entonces cuando el SISTEMA HOLÍSTICO DE ORTING MAXIMIZING© puede ser la solución! Los resultados están a la vista. Llega el evento, son las seis de la tarde y uvd. no tienmne ni las más puta idea de qué conmprarle al honmenajeado. Libro ya tiene, disco ya no se puede conmprar porque son gratis, tal cosa es muy personal, tal otra te la cobran como que es de oro, etc. Enmtonces entra en cualquier lugar, puede ser un todo por dos pesos o una perfumería, o un negocio de cosas indeterminadas y compra algo. Puede ser un rascaespaldas chino, o un póster holográfico, o un muñequito de algo, alguna porquería así. Y al entregarla, no sin esperar una lluvia de miradas de desaprobaciónm, resulta que el tipo se pone contentísimo. “¡Siempre había querido tener uno de estos cosos!”, dice. O “”¡Sabés que yo tenía uno igual cuando era chico y nunca más pude encontrar uno!”. O “¡Uy, no te puo crer, justo el otro día le decía a Perla que tenía ganas de conmprarnme una de estas cosas! ¿O no, Perla, que el otro día te dije que tenía ganas de conmprarnme una de estas cosas? ¡Claro! ¿Vos le dijiste? ¿No? ¡Qué inmcreíble, che, me leíste el pensamienmto!”



Así, la bazofia que vd. ha conseguido a las apuradas, vergonzosamenmte y por monedas se conmierte de pronto en el tema de conversación de la fiesta, dejando en un segundo o tercer plano ese pulóver tejido a mano durante dieciocho meses o esa primera edición autografiada de un incunmnable de Antonio Machado o ese plasma de 37 pulgadas con que otros han rendido su homnemnaje a “X”. Y “X”, además, siente en estos momnmentos que nadie en el mundo lo conoce y ama como vd.



Cómo mejorar el “Orting Regáling”: No se pierda ninmuna reunión social, lo que le dará la oportunmnidad de praticar una y otra vez el “Orting Regáling”, para de ese modo hacerla mejor, más y con mayor frecuencia, hasta transmorfarse en un verdadero experto en esta disciplina. No olvide regalar cosas compradas a ultimo momento que sean un éxito cada vez que pueda, y hágalo bien. Para hacerlo nmal, no lo haga. Pero el secreto, en mefinitiva, es la práctica.



Mamniobra 3: El “Strategic Posicioning”.



Umno de los proglemas más bragues de la socializaciómn, y de esto hay mucha literatura del protocolo, mucha regla, mucho manual de buenos modales en el que se agota el tema, es la ubicación de las personas en la mnesa. Se cuida que los miembros de una pareja no se sienmten juntmos, que exista cierta potencial anfimnidad entre los comensales y, según mi experiencia, que el más plomo de la mesa se sienmnte al lado mío.



Pero poco se ha hablado del problemnma de que siempre te quede lejos lo más rico. Por ejemplo, que a vos te dejen una ensalada mista, todo bien con la ensalada mista, está bien, no te digo que no, es necesaria la ensalada mista, pero en la otra punta de la mesa hay un fuentón de rabas, o de jamóm crudo de pata negra de Jabugo, o unas paltas con limón, aceite de oliva y pimienta negra y vos presenciás a tres sillas de distancia cómo el que quedó ahí al lado, entre anécdota del viaje de egresados e hipótesis sobre el futuro del kirtchnerismo el tipo se lleva a la boca las rabas de a puñados, como si fueran pochoclo. Como maníes se las lleva. El problemnma entonces al que nos enfrentamos es: ¿Cómo ser nosotros uno de esos?



¡Mi TRAINING CIENTÍFICO-MACROBIÓTICO DE FOOD VISUALIZATION© le permite sentarse de antemano, incluso antes de que los manjares sean servidos en la mesa (con lo que nadie sospechará de una ubicación interesada de su parte), en el lugar apropiado para su correcto y profuso consnmuno posterior! Ciertas “claves”, costumbres sociales, tamaño de las sillas e incluso dirección del viento son estudiadas a comciencia para poder predecir con un 99% de precisión dónde se servirán los langostinos con salsa golf y dónde la ensalada de arroz y arveja. Es todo ciemtífico. Y una vez determinado el lugar, en nmnuestro seminario se esplica cómo “deslizarse” hacia la silla, con prenmnura pero sin brusquedad, de un modo natural y “espontánio”, casi casi dejamndo en claro una especie de ombligatoriedad de elección del sitio. Y vd. quedará veinte cm. de la fuente de mollejas al verdeo sin el menor reproche.



Cómo mejorar el “Strategic Posícioning”: Hága Strategic Posícioning mejor que antes, y más, todas las veces que pueda y de la manera correctca. Si connsmigue hacer esto, la mitad del camino estará conmpletada. Terminmnándola, habrá recorrido la totalidad del camino y entonmces estará listo para hacer un “Strategic Posícioning” adecuado.


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viernes, 10 de agosto de 2012

¡Galletita vs. Orejón: The Final Ultimate Mortal Final Battle!


Bueno, bueno, bueno, rapidito, una pasadita así, una visita de médico para plantear la siguiente duda: O sea, si te dicen que te creés la última galletita del paquete parece que es que te creés la gran cosa, pero si te dicen que sos el último orejón del tarro es porque sos un infeliz, cómo es, la gente que imbenta dichos (los que tengan algún comentario sobre la ortografía de la palabra “imbentar”, a ventanilla B. Gracias.) ya te mete una opinión personal, como que ya te da a entender de antemano que la galletita es algo “bueno” y el orejón es algo “malo”, cómo es esto, te meten un mensaje subliminal, un editorial ya no en cada editorial sino en los dichos populares, estamos todos locos, a la final hay una intención oculta atrás de cada frase, cada sílaba, cada tomada de aire, así no se puede vivir. Y la otra duda que tengo son 3: Por qué es todo tan difícil y complicado, por qué la gente es tan pelotuda y por qué nadie quiere pagar. Pero sobre estos jugosos temas trabajaremos en el próximo seminario.


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martes, 7 de agosto de 2012

¡Macabra reflexión sobre carterismo!


ENCUENTRO QUE EL MASCULINO DE CIERTA EDAD SE VE ATRAPADO POR UNA ESPECIE DE “MANIOBRA DE PINZAS DEL RECEPTÁCULO”. LA TEORÍA VENDRÍA a ser la siguiente: A medida que crecemos, necesitamos más “cosas”.



El niño no necesita “cosas”, y si las necesita, no necesita llevarlas, ya que cuenta con dos receptáculos auto-motores (sus padres) que se encargan de llevarlas por él. Existe una excepción: la escuela, a donde se ve obligado a llevar un receptáculo con “cosas”,pero de esto hablaremos en otro momento.



Cuiando el niño va a la plaza o a comprar el pan lleva, como mucho, una pelota o el dinero exacto para la compra (para evitar que alguna monedita se transfigure accidentalmente en Gogos o figuritas del Mundial). Nada más parece hacerle falta. El mundo son sus “cosas”. El sol, los pájaros, los autos, las porquerías que hay en el suelo, los freaks que azotan nuestras calles son todo el estímulo, interés y entretenimiento que necesitan. Porque el resto de su Universo de interés -la tele- quedó en casita.



Luego, en su adolescencia o juventud, parece seguir ejerciendo cierta resistencia contra las “cosas”. Se han incorporado sin embargo las llaves, que le permiten volver a una hora razonablemente tardía como para que los mencionados receptáculos auto-móviles no lo vean tambalearse o vomitarse dentro de la boca. Y algo de dinero extra, que por suerte y juventud, nunca es demasiado. Por lo que el joven humano y masculino es un verdadero “manos libres”.



Entonces algo ocurre a mediados de los treinta y, como una bola de nieve malvada y con pensamiento propio, puede llegar a un tamaño y poderío monstruosos. En cierto momento, parece que ya no puede salir sin “cosas”. Llaves de la casa, de la de su novia y/o amante, de la de su padre anciano, de la máquina de café, del auto -porque tiene auto-, el celular, porque el muy boludo tiene celular, un aparatito para escuchar música de esos que hay ahora, la billetera (que es obesa y deforme, llena de tarjetas bancarias, fotos de los niños, tickecitos que guarda para hacer sus cuentas semanales, papelitos con números de teléfono, recetas médicas e instructivos para tratar su media docena de semi-enfermedades crónicas y, de vez en cuando, algo de efectivo), el desodorante porque a Dios gracias aún le funcionan las glándulas sudoríparas, el cepillo de dientes, el DNI y papeles para trámites inconclusos y blísters incompletos y decajetados de diferentes píldoras energizantes, antioxidantes, antihistamínicas, analgésicas e hipotensivas (porque el organismo de este masculino ya no funciona sin ayudantes químicos).



El masculino urbano de más de treinta y pico no funca solo. Le faltan cachos. Carece de autonomía anatómica, y cuando sale debe llevar como medio ser humano más, empaquetado en la forma de estos repuestos químicos, electrónicos y cerrajeros para poder llegar al final del día. Pero, agregando el insulto a la ignominia, ni siquiera puede hacerlo con tranquilidad de conciencia.



A diferencia de las mujeres, que tienen resuelto el tema mediante la aceptación social de la cartera, el hombre aún no ha logrado resolver el problema del receptáculo; el viejo portafolios es incómodo, y no está bien visto fuera del mundo corporativo; los bolsillos, el ámbito natural de nuestras “cosas”, ya no tienen espacio suficiente, a menos que decidamos convertirnos en skinheads y adoptar el pantalón de fajina; la riñonera es capaz de despojar de toda dignidad humana al ser más majestuoso, rebajándolo al rango de animal estúpido; El bolso de gimnasia peca por exceso de tamaño; El morral, por jipismo, y la mochilita, por adolescencia (incluso aunque intentemos disimularla cubriéndola de “pins” de Frank Sinatra y María Marta Serra Lima); también está quien lleva sus “cosas” en la mano, y cada vez que llega las desploma haciendo ruido sobre la mesa, como un mendigo “junior” llevándole el botín a su harapiento Fagin.



Y luego están, claro, las “carteras de hombre”. Mediante un intenso trabajo de diseño, forma, colores sobrios, pendorchitos de alpinismo, correas de materiales deportivos, etc., extraordinarios profesionales del carterismo dan lo mejor de sí desde hace décadas para intentar que lo que a todas luces es una cartera, no lo parezca. Vista en el anaquel del negocio, hasta podemos convencernos de que no es exactamente una cartera sino un “Reservorio de Objetos Portátiles Necesarios para el Hombre de Hoy”.



Pero, ¿para qué engañarse? Una vez colgada, podemos intentar todas las evoluciones posibles; no hay forma d eesconder, disimular o justificar moralmente que estamos usando una cartera. Entonces, el hombre con cartera vive haciendo unas evoluciones incómodas e imposibles para evitar toda connotación femenina. Por ejemplo, se debe evitar apoyar el Reservorio en la mesa del bar para revisarlo, porque parece que estuviéramos buscando el estuchecito para polvearnos la nariz. No importa que estemos buscando Viagra, una petaca de ginebra, un póster de Pamela David o un arma, la actitud física es irremontable.



Tampoco es bueno pasar mucho tiempo revisando (aunque lo hagamos apoyando el pie en una cerca, ponele), porque no queremos que le estereotipo de “uhhh, las cosas que llevan las minas en la cartera” se aplique a nosotros. Hay que meter la mano, sacar lo que encontremos y usarlo, sea lo que sea.



Algún día, tal vez a fines del siglo XXI, un genio inventará un reservorio masculino práctico e irreprochable, que tal vez se cuelgue de la nariz o la rodilla, no sé, estoy improvisando, o quizás sea como una caja fluorescente que flota junto al cachete, que solucionará este terrible problema. También es posible que un microchip en el pulgar haga innecesarios dinero en efectivo, tarjetas, llaves y telefonito; habrá que ver quién gana la carrera del Carterismo. Mientras tanto, a resignarse con hombría y usar de la manera más digna posible nuestra cartera de hombre, porque la otra opción (guardar instrumentos metálicos punzantes, tarjetas cargadas de la fuerza más misteriosa de la naturaleza, ¡el magnetismo! y aparatitos radiactivos en el bolsillo, a –como mucho- diez centímentros del totolocho) sigue siendo temeraria.


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domingo, 5 de agosto de 2012

“¡Kassim dinunsia, sinior!”


Escribe Kassim

Conductor Prinsipiante

dolarsiniordolar@gmail.com



Kassim no quiere ser molestia, sinior, Kassim prinsipiante bueno y temeroso de Alá, Kassim va todos los días Catedral de la Plata a adorar Alá y Museo Ciencias Naturales La Plata a agradecer todo los sientíficos hacen por nosotros para que no siamos ignorantes, sinior, y también al zoológico La Plata a ver animales, sinior. Kassim hombre bueno y honesto. Kassim se arrastra todos los días en su condisión de “intocable” y sabe guardar su lugar para no molestar conductores veteranos ni otras personas. Pero Kassim tiene que expresar su gran dolor por burla hecha por emprendedor gastronómico portenio, Kassim orgulloso platense y no gusta que portenios gastronómicos se burlen de platenses por forma de hablar, sinior, así hablamos nosotros y está bien. “Nunca te avergüenses de tus palabras mientras tu lengua no sea ponsoniosa como la de la serpiente y la mujer”, como dice el profeta.



Kassim además sabe que es humilde e ignorante, pero nunca cometería error gramatical digno de soquete bruto analfabeto como poner asento ortográfico en palabra aguda terminada en “r”. Parese que portenio piola es más ignorante que platense y que Kassim, sinior, ¡ji, ji, ji! Perdón por entregarme al plaser frívolo de la risa, sinior, ¡ji, ji, ji!, pero como dice el Profeta “Felis de aquel que aún conserva la capacidad de reírse de los errores ortográficos de los demás y de las viejas que se caen en la calle”. A mí me daría vergüensa, sinior, entrar en local con asento ortográfico, porque pueden pensar que yo de algún modo lo apoyo o asepto por omisión.



Por eso desde su humilde posisión Kassim protesta contra burla a platense y radicaría ya mismo dinunsia contra restaurante portenio por discriminación en el INADI de La Plata, pero por su condisión de prinsipiante Kassim prohibido haser uso de cosas del Estado, así que espera que lo pueda hacer platense más afortunado y de casta supirior y no por esto piense Kassim se queja de su suerte y destino, ya que voluntad de Alá es incuestionable. “Felis de aquel que se alimenta de tronquitos de lechuga encontrados en el fondo del basurero, ya que hay quien debe alimentarse de la puntita esa marrón que hay en el extremo de los tronquitos de lechuga”, como dice el Profeta (Grasias a Fender por dinunsia).


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viernes, 3 de agosto de 2012

“¡Padres!”, una película del Dr. Tranca.


Escribe el Dr. Tranca

Premio Nobel de Facto de la Medicina Ilegal

ayudemedrtranca@gmail.com



Un poco para celebrar esta noticia, que salvo por el tema de la sodomía (un pequeño precio que hay que pagar) me parece bien. La crianza es una tarea de hombres bien bien bien hombres (salvo por lo de la sodomía), hoy por hoy, yo retoño, si tengo al loco de la motosierra delante prefiero que mis papás sean Charles Bronson y Clint Eastwood, y no dos minitas como, no sé, Sally Field o Tom Hanks.



Principio: Una vez permitida la adopción por parejas de hombres, la Humanidad evoluciona a toda velocidad en este sentido, ya que –desaparecida la nefasta influencia femenina en la crianza- el resultado es una nueva especie de hombres bien hombres pero bien hombres bien hombres bien hombres en serio, duros como el acero y de palabras breves pero certeras; exterminando, teoría de la Evolución mediante, a los maricastañuelitas con mamita que los dejás una semanita en el Serengeti y lloran como nenas (Las mujeres, que todavía hay, en cambio, pasarían a convertirse en máquinas de concepción y parto, a cambio de que les tiren unos mangos para comprarse cosas y ropa. Una “win-win” situation). En esta nueva y paradisíaca sociedad, sus habitantes pasan los días organizando asados, arreglando autos y resolviendo sus diferencias con los puños, como debe ser; Y el resto del tiempo, con el tema de la sodomía, que la pareja es importante.



Introducción: Agarra y el Presidente del mundo Mbrrrrfrrrrrr (en esta nueva civilización, los floridos y amanerados nombres de la actualidad han sido reemplazados por austeros sonidos guturales) explica que hemos llegado al pináculo de evolución: Una horda de indestructibles máquinas de matar con puños de hierro, mirada de acero y estómago de adamantium, con la testosterona desbordándoles por los poros (los tipos caminan y va quedando un charquito azulado. Es la testosterona), el cenit de la masculinidad, la incorruptibilidad y la nobleza. Con el detalle ese de la sodomía, bueno. Esplosión. Y ahora que la totalidad de los miembros útiles de la Sociedad se han agarrado a trompadas dejado en comapor lo menos una vez en la vida, a la Humanidad le quedan pocos desafíos, así que va a hacer estallar la Gran Bomba. ¡Porque además, se me cantan las bolas!, agrega.



Prefacio: Esplosión. No va que agarra y dice esto y agarra y llega del espacio una super nave extraterrestre, de donde bajan los Mfrrgrrr, una Civilización guerrera y compuesta exclusivamente de furibundos machos dominantes (que ejercen una dominación rotativa y democrática, mediante un sorteo), que se dedican 50 % al sindicalismo metalúrgico y el otro 50 % al lanzamiento de tractores y los que quedan al cloaquismo extremo, y agarran y dicen: ¡Hemos venido a exterminarlos, y a demostrar quién de los dos pueblos es más más más hombre! Si ganamos, los exterminaremos. Si perdemos, los convertiremos en nuestros esclavos sexuales (y después los exterminaremos).



Prólogo: Agarra y se agarran a trompadas todos para decidir quién va a representar a la Tierra. El ganador –que sale de la batahola con el fémur roto, pero se la banca- resulta ser Garrrgrrrogrrrr, un rudo domador de caballos, terdera generación de hijos de parejas monosexuales. Se despide con un húmedo beso de lengua de su esposo –porque para un hombre bien hombre la familia es lo primero- y allá va, al muere, sabiéndolo, sin que se le acelere el pulso y escupiendo al piso con desprecio. Llega a donde están los Mfrrgrrr, y lo confrontan al toque con su campeón Orrrgrrrogorrrr –que también llega con el fémur roto después de recontracagarse a hostiazos con sus coterráneos. Su primera reacción, por supuesto, es agarrarse a piñas entre ellos, pero los separan (a trompadas) y les explican que deberán superar tres pruebas en las que demostrarán su virilidad.



Proemio: El Emperador de los Mfrrgrrr, el imponente Brrrgarrgrrra anuncia la primera de las pruebas: Arreglamiento de un Auto. Pero no de un Auto cualquiera. ¡Orrrgrrrogorrrr, el campeón, deberá arreglar un tanque Panzerkampfwagen III del año 1932 en estado lamentable, con los ojos vendados y con la sola ayuda de un escarbadientes! Después de 45 horas de trabajo intenso entre cigüeñales engrasados y burros de arranque sulfatados –solo secundado por su esposo Arrrgorrrgrooogrra, que entre beso de lengua y beso de lengua le ceba unos mates-, Orrrgrrrogorrrr anuncia con voz seca, como quien no quiere la cosa: “Era el cardán y la cruceta que se había troquelado por el roce, le subí el carter y le bajé el carburador, listo el pollo”, para encender el vehículo que responde con un sonoro y viril rugido. Las cosas no parecen ir bien para nuestro héroe, pero entonces le presentan el automóvil elegido: ¡Se trata de un Taunus “L” celeste del año ’80, con la manguera incendiada! La sola e inconmensurable dificultad de la prueba presentada otorga automáticamente a Garrrgrrrogrrrr el status de ganador, que festeja haciéndole gestos obscenos en la cara a Orrrgrrrogorrrr. Se agarran a trompadas (y pasan a unos besos de lengua, en medio de la adrenalina, pero los separan).



Introito: Es el turno de la 2da prueba: Trasegamiento de un Lechón. ¡Garrrgrrrogrrrr debe enfrentar el desafío de devorar, sin ningún tipo de cubierto (y después de arrancársele todos los dientes) un lechón de 500 kilos transgenéticamente modificado para estar compuesto exclusivamente de grasa y un algoritmo especial de combustión, que impide que se termine de cocinar nunca! Haciendo uso de sus poderosas encías, el recio crédito local no deja ni los huesos, pero se atraganta con el rabo y lanza sonoramente el saurio a los cinco minutos (dejando sin vida a un par de docenas de barra bravas del equipo enemigo). Orrrgrrrogorrrr, en cambio acomete su jabato albino de Marte de 670 kilos y, sin dientes de antemano debido al vicio del masticamiento de costras, lo troza con sus párpados, para luego sorberlo a través de las fosas nasales. También lanza (media platea sin vida), pero recién a los seis minutos, lo que le atribuye la victoria.



Precuela: Agarra y llega la tercera y definitiva prueba, que definirá al ganador: No Llorar. Orrrgrrrogorrrr es torturado por unas máquinas infernales, comandadas a control remoto por los 100.000 espectadores durante horas, pero se la re banca. Gruesas lágrimas color rosáceo asoman a sus párpados, pero diciendo “¡Juerza, Hombre!” las reabsorbe, las dirige mediante conductos craneales internos hasta los cornetes y las transforma en semisólidos gallos, que a continuación escupe en señal de desprecio por el público, por el Emperador, el contrincante, y por vos y por tu papá, gil. La multitud estalla. Llega el turno de Garrrgrrrogrrrr y van directo al grano: le aprietan la aleta de la nariz con una pinza de depilar, donde se encuentra el centro nervioso del llanto. Garrrgrrrogrrrr resiste la punción durante horas, que se convierten en días y semanas, con los brazos cruzados y diciendo “¿Y? ¿Cuándo empiezan?”. Pero por dentro el sufrimiento es insufrible, cosa que resulta un poco paradójica, y siente como si todas sus entrañas le hubieran sido arrancadas y luego utilizadas como esponja de bronce para limpiar las letrinas del Infierno. Él igual nada, mira con una sonrisa canchera. Hasta que las lágrimas, espesas, escasas pero concretas, involuntariamente, empiezan a asomar por la partecita de abajo del ojo derecho. ¡Y una de ellas es disparada hacia el piso! El Emperador Brrrgarrgrrra anuncia el Triunfo de su Civilización y el pronto Exterminio de la nuestra, previa publicidad de un cartel que dice “Los Mfrrgrrr la tenemos más grande”.



Conclusión: No va que dice esto y agarra y Garrrgrrrogrrrr hace un visaje, un visaje imperceptible con el dedo y todo el estadio queda en silencio. Y empieza a llorar con todas sus fuerzas. Pero no son lágrimas de tristeza, ni de frustración, ni de odio. Tampoco son de alegría. No. Son de ácido sulfúrico. ¡Generaciones enteras de hombres bien hombres han oxidado los lacrimales de nuestra especie, convirtiendo su líquido elemento en el más mortífero y destructor de los fluidos! ¡Ahora Garrrgrrrogrrrr recorre todo el estadio llorando sobre los viriles alienígenas, carcomiéndolos con su llanto hasta convertirlos en trozos de pulpa violácea! Al fin se acerca al emperador y le dice “No llores por mí, Brrrgarrgrrra”. Y le llora encima y lo mata.



Desenlace: El Presidente del mundo Mbrrrrfrrrrrr agarra y lo felicita y le dice que ahora sí, va a agarrar y estallar la gran bomba. Garrrgrrrogrrrr le dice que haga lo que quiera, que le chupa un huevo, que él no es su papi, y vuelve, sucio y sudoroso pero triunfal, mirando a su alrededor con una mezcla de desprecio y cansancio, a su Hogar, donde lo espera su marido y se dan unos besos de lengua y cosas de sodomía y después se cagan a trompadas y piden una pizza. Fin.


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¡Lanzan tipo indignado de persona!


Hoy el Dto. de Diseño de Personas de “Yo contra el Mundo” les presenta un nuevo tipo de persona: “Yopupuirvvvo”, el Indignado.



“Yopuipuirvvvo” va a comprar bróccoli: “Yopupuirvvvo” se allega a la verdulería, mientras escribe mentalmente una carta a La Nación quejándose del tema de que las verdulerías no estén más cerca de la gente que paga sus impuestos, en lugar de estar a una cuadra y tres cuartos, que es un montón. Cuando llega pide un ramito de bróccoli, un poco molesto porque el boliviano que atiende aún no haya aprendido el acento de Buenos Aires, o sea, vienen acá, el país los recibe con los brazos abiertos y no son capaces de aprenderse el acento. ¡Buéh! Es así. Cuando el boliviano le dice cuánto sale el bróccoli estalla de indignación porque es increíble lo que sale, pará, parece mentira, tendría que salir mucho menos, es un bróccoli, ¿es de oro el bróccoli? No, así ya no se puede vivir, encima no son capaces de aprenderse el acento y estar MÍNIMO a una cuadra y media de la casa donde uno vive. No, no, no, no, no, no, no. Yo te voy a poner una denuncia, te voy a denunciar a Inmigración y al INDEC, pero qué al INDEC si son todos ladrones, y sí, pobre país, así no se puede vivir, ¡“X” plata el bróccoli!!! ¡Es una vergüenza! Y el calor que hace, no, así no se puede vivir, y a la tercera vez que dice “no se puede vivir” agarra y se muere.



“Yopuipuirvvvo” hace un crucero por el Caribe: Un día “Yopuipuirvvvo” llama al Centro de Defensa del Consaumidor pero se equivoca, llama a una agencia de viajes y como esl el cliente n° 1.000 le regalan un crucero al Caribe. Acto 2: “Yopuipuirvvvo” está en una reposera viendo el azulado cielo y el mar esmeralda, medio molesto, medio indignado porque las reposeras son de pino, escuchame, por la guita que te cobran, no a mí, pero al que le cobran, podrían poner una madera más noble, no sé, guatambú. Entonces se pide un daikiri de durazno y le dicen que se acabó, pero le pueden traer de mango. Para qué. No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, así no se puede vivir, cómo es, estamos en medio de la nada y a estos hijos de puta, ¡Hijos de puta! Se les acaba el durazno, ¿no lo podrían haber previsto?, esto es una falta total de previsión, acá tiene que haber más previsibilidad, porque andá a conseguir durazno en medio del mar, así no se puede vivir. ¿Y si soy alérgico al mango??? No digo que lo sea. No, no soy. No, no es eso, me encanta el mango, lo que me molesta es la forma, el modo en que se hacen las cosas, la falta de previsión y previsibilidad y previsionismo, eso me molesta. ¿Y yo cómo sé que el barco no se va a hundir??? Porque así como se les acaba el durazno capaz se les acaban las “cosas” necesarias para mantener el barco a flote, y no, ni idea, NO SOY INGENIERO NAVAL, justamente yo espero que el tipo que supuestamente estudió para ingeniero haga las cosas bien. Digo yo, ¿tanto cuesta hacer las cosas bien??? Yo en mi trabajo te aseguro que me rompo el culo para hacer las cosas bien. No, así no se puede vivir y ahí se muere.



“Yopuipuirvvvo” mira dos bailarines de tango en la calle Florida: “Yopuipuirvvvo” va a hacer un trámite en el Centro, mascullando, ah, no, no, no, así no se puede vivir, así no se puede vivir, pero qué descuidada está la calle Florida, un asco, antes daba gusto, era una calle comparable a las grandes peatonales de Londres, París, Barcelona, Amsterdam, mirá, todo lleno de vendedores ambulantes de porquerías, ¿y eso?. Y se queda viendo unos bailarines de tango. El tipo es una especie de Raúl Lavié bastante arruinado, ella es una chica jovencita vestida de putona tanguera, y hacen una serie de evoluciones circenses. Para qué. A “Yopuipuirvvvo” le agarra el soponcio y gruñe por lo bajo: “¡Esto no es tango! ¡Esto no es tango! Dejame de joder. ¡Esto no es tango! El tango es otra cosa, el tango nació en el arrabal, el tango es un sentimiento, el tango es una cosa que no sé bien cómo es pero te digo que esto no es tango, ¡por favor! Así no se puedeeeeee ehahhhehhaehh caminar tranquilamente. Y todo para entretener a estos turistas foráneos que vienen a cogerse nuestras minas y comerse nuestros churrascos.” Y agarra y empieza a gritar bajito, revoleando los ojos de un extremo a otro, “¡Caraduras! ¡Caraduras! ¡Vayan a trabajar!!!” y se va poniendo de un color cada vez más purpúreo, y piensa que aparte esto debe contravenir todas las contravenciones municipales y edilicias del Gobierno de la Ciudad Metropolitana, ¿cómo no hay un agente? Y empieza a ver a todos lados si hay un policía y no lo encuentra, ¡claro, seguro que están pidiendo pizza en “Los Inmortales”! ¡Ca-ra-du-ras! Esto no es tango. No, así no se puede vivir, y ahí se muere.



“Yopuipuirvvvo” juega al “Pac Man”: “Yopuipuirvvvo” encuentra un viejo local donde todavía s epueden jugar fichines y –tras rumiar con mucha amargura que qué pena que hayan desaparecido estos locales, esto era algo sano, familiar, no como ahora- se pone a jugar al “Pac Man”. Primero le da bronca que los fantasmitas se llamen Inky, Dinky, Blinky y Clyde, después le da bronca que Pac Man sea amarillo, después le da bronca que haya pelotitas en pasillos interiores a los que hay que meterse doblando -¡parece que lo hicieran a propósito!- y pierde miseralemente a los 40 segundos. Pide hablar con el dueño enérgicamente, pero no está, el que atiende es un pibe con muchos granos y gorra, y le explica que no está. “Yopuipuirvvvo” exige que le devuelvan el importe de los fichines adquiridos, porque no puede ser, esos fantasmitas están “demasiado rápido”. Porque perdió. “Gorra” le explica confusamente que eso va contra la política interna de la empresa, o algo así, y “Yopuipuirvvvo” se pone loco y lo amenaza con denunciarlo a la Secretaría de Ombudsman de Protección de Defensa del Consumidor, porque así no se puede vivir y cuando sale a la calle lo pisa un taxi y se muere, aunque no haya dicho “así no se puede vivir” dos veces más (no tiene nada que ver).



“Yopuipuirvvvo” sale con una chica: “Yopuipuirvvvo” se encuentra a las 22:05 en un bar de Palermo Hollywood, le dice hola y acto seguido lanza una certera perorata de quince minutos acerca de cómo las mesas de los bares ocupan el espacio público de las veredas. “Yopuipuirvvvo” le hace a la chica un disimulado escaneo facial y entiende que ella está muy impresionada por su lucidez y fuertes principios, así que agrega dos peroratas más, una sobre los químicos que tienen las papas fritas de copetín y otra sobre la falta de cuidado con que se trata a los incunables en la Biblioteca Nacional. Luego empieza a mover la cabeza a todos lados, con los cachetes colorados, cómo puede ser que estemos acá hace diez minutos y no nos haya atendido nadie,ves, esto es la Argentina. ESTO es la Argentina, este es un ejemplo de los problemas que tenemos en la Argentina, el ejemplo de que los mozos no te atienden. ¿Cómo ejemplo de qué??? ¡Ejemplo de que los mozos no te atienden! Y empieza a llamar a distintos mozos con el ceño muy muy fruncido y los cachetes muy muy colorados y nadie le da bola, y en una de esas hace otro escaneo facial y le parece que si muestra más lucidez y principios morales ella es suya, ya está, es suya, es suya, se la ganó. Así que golpea la mesa y dice “¡Me cansé! Voy a hablar con el dueño. Vos esperame acá.” Llega al mostrador y le dicen que no, el dueño no está, no, no le pueden dar el teléfono de la casa, no, ese tipo de quejas están contra la política de la empresa y “Yopuipuirvvvo” grita, con el rostro purpúreo y tenso y vuelve a la mesa dispuesto a decirle a la chica que ya está, en este lugar no se puede consumir, sería ambiguo de su parte consumir algo en un lugar que está en contra de sus firmes principios morales pero cuando llega la chica no está y “Yopuipuirvvvo” se indigna por la falta de previsión y previsibilidad y previsionismo de las mujeres. Así no se puede vivir, así no se puede vivir, así no se puede vivir, y agarra y se muere.



“Yopuipuirvvvo” lee el diario: “Yopuipuirvvvo” se sienta a desayunar tranquilamente y leer el diario y ¡PAM! ya en la primera plana empieza a maldecir y a decir que cómo puede ser que el Gobierno permita que el Gobierno haga estas cosas y se le ponen los cachetes de color fucsia, y cómo permiten y por qué nadie hace nada y por qué ellos hacen esto y por qué no hacen otra cosa, y larga extensas parrafadas acerca de las barbaridades que han ocurrido en los últimos ochenta años, y el ceño se le cubre de una miríada de líneas irregulares y la voz se le hace ronca y después adopta una pose de cinismo incrédulo, haciendo como unas risitas atragantadas y diciendo “Noooo, noooo, noooo, no se puede creer, noooo, noooo, ja, jua, jua, noooooo” y respira agitadamente y se pone cada vez más fucsia y le esplota la cabeza.



“Yopuipuirvvvo”, Emperador del Mundo: “Yopuipuirvvvo” dirige un Imperio Interplanetario con mano de hierro. Pero de vez en cuando, sale de incógnito a ver qué piensan sus súditos de él y se encuentran con unos tipos que se quejan del leve aumento del 8887666678 % en el Impuesto a Existir, y “Yopuipuirvvvo” no puede con su genio y se prende, y se pone fucsia y le agarran ataques de gritar “¡Nos están matando! ¡Nos están matandoooo!” Los tipos se ponen medio nerviosos porque lo reconocen a “Yopuipuirvvvo” enseguida, y no saben si seguir hablando mal de él o cambiar de discurso o irse o qué, pero “Yopuipuirvvvo” se entusiasma y los alienta a que hagan algo, algo sangriento y revolucionario, a lo que los tipos dicen “Bueno, bueno, tomémoslo con calma… No es todo tan blanco y negro” y “Yopuipuirvvvo” grita que por ese tipo de actitudes así es como anda el Imperio y que después los argentinos (del Imperio) no nos quejemos, porque el argentino Imperial es así, mucha queja pero nadie hace nada y ahora van a ver el argentino. Entonces vuelve al Palacio y saca un decreto bajo pena de muerte instando a que la gente haga algo, y al día siguiente hay una revolución y “Yopuipuirvvvo” no puede hacer nada porque es POR LEY, claro que por ese tipo de leyes estamos como estamos, grita “Yopuipuirvvvo”, y al final le cortan la cabeza y se indigna.


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¡Taller Literario: Los Registros del Habla!


Me reclaman que no di dos o tres clases del Taller Literario, o cuatro o cinco, el número no importa, no vamos a convertirnos en esclavos del frío número y al parecer ya me habían pagado la platita, no sé, eso dicen ellos, no me voy a poner a discutir ni pichulear -tampoco me llamo cinco luquitas per cápita- así que para compensar les tiro un regalito.



Viste que cuando escribís una novela, o una película, o un manual de instrucciones o un Twitter, tenés que ocuparte de que no todos los personajes hablen igual. Cosa que es DIFICILÍSIMA, porque después de meter un gangoso, un tartamudo y un gallego ya como que las formas de hablar se te empiezan a agotar. Y cuando ves que todos los personajes, desde el Emperador Oriental a la huerfanita que vende flores terminan el 99 % de sus frases diciendo “¿nocierto, jefe?” es como que no queda bien. No queda bien.



Por eso, el Taller Literario de Yo contra el Mundo regala en esta ocasión, para usar en tu novela, guión o manual de instrucciones, nada menos que TRES (¡3!) FORMAS DE HABLAR DIFERENTES, para que puedan caracterizar con un mínimo de gracia a tus personajes. De nada.



UN TIPO MUY AUTORREFERENCIAL QUE TODO EL TIEMPO HACE DIGRESIONES SOBRE COSAS QUE HA HECHO EN TAL O CUAL MOMENTO:



“Mirá, yo de este tema de los impuestos aduaneros algo sé –porque yo alguna vez fui a la Aduana para hacer unos trámites- y te puedo explicar un poco de qué se trata –porque yo siempre he tenido interés en explicarle las cosas a los jóvenes, no te olvides que yo alguna vez fui a dar una charla sobre mi trabajo –armo esos perritos que mueven la cabeza- al jardín de infantes de mi hija- y lo que se puede decir es que acá –porque a mí lo que más me importa es el aquí y ahora, no me parece que haya que estar mirando el futuro con la nuca, como dicen, y siempre he actuado en consecuencia- las cosas no están claras –y yo siempre en mi vida he tratado de tener las cosas claras aunque en este país parece que tener las cosas claras fuera un crimen-, para empezar no está muy claro el tema de los impuestos aduaneros –y yo a lo largo de mi vida te puedo decir que si algo hay que tener claro es el pago de los impuestos –porque yo si hay algo de lo que me enorgullezco es de nunca haber dejado de pagar los impuestos- y no es que yo sea un potentado -aunque si hubiera querido yo hoy sería multimillonario- y al no estar claro este tema –y te aclaro que de haber sido multimillonario hubiera seguido pagando los impuestos, no como más de alguno que yo conozco –entonces se hace muy difícil entenderlo –aunque yo en mi vida siempre antes de hablar de cualquier cosa he procurado enterarme y estudiar el tema –porque vivimos en un país donde cualquiera opina sobre cualquier cosa- y si no sé de un tema prefiero cerrar la boca, que no cuesta nada –y además, de ser multimillonario el único lujo que me habría dado es comprarme un flipper. ¿Entendés cómo es la cosa?”



UN TIPO QUE HABLA CON PEQUEÑAS DEFORMACIONES LUNFARDAS DE PALABRITAS HASTA QUE NO SE LE ENTIENDE UNA GOMA:



“Hola, ¿qué me contursi? ¿Qué talco? ¿Viento? Vengo de comprarme un tragedia, me aprieta un poco en las bolivianas pero me hicieron un diego de descuento. Y, sí, no tuve que poner mucha guitarra, me salió tovarich, lo que pasa es que tengo un casuario el sabatino y tengo que estar a tonelli, a ver si conozco una minaverry y después la invictus a tomate cherry un vinazzi en algún caferatta del Bajel, hace tempura que no salgán-de lío con una chicago y ya me ciento un dálmatas medio solari irigoyen, para mí con una minimercado, una boticceli de whiskas y un tango & cash soy felicioni, no precioso much music massacessis cosacos. Soya un tipografía de gustavos ceratis simple minds. Me criadillas en un barrilete de amadeo genta noblex, de almorrana purina, que te da la manu ginóbili sin pedrazzini nadia komanechi.”



UN CAMPESINO DEL SUR NORTEAMERICANO QUE HACE TODO EL TIEMPO COMPARACIONES CON COSAS DE CAMPESINO:



“Sí, señor, la vida en las montañas es dura, dura como la carne de un viejo mapache poco cocido. Pero sólo aquí se respira aire puro, puro como el orín de un cerdo alimentado a manzanas maduras, maduras como una mula a punto de jubilarse, si señor. Y sólo aquí tus hijos se quedan junto a ti hasta que estás bien muerto, muerto como un aligátor recién desollado para sumarlo a la parrillada caliente, caliente como una gata montesa viuda. Y la vida pasa lentamente, lenta como una serpiente cascabel vieja, vieja como una cabra montesa sin dientes, sin dientes como un tenedor de latón que ha atravesado demasiados filetes de aligátor demasiado cocidos, demasiado cocido como el huevo de una gallina adolescente. No, no, no, señor, no me quejo, aunque alguna vez me hubiera complacido conocer aquello que los citadinos llaman mar. Dicen que es enorme, enorme como la vejiga de un cerdo alimentado a cerveza, cerveza como una botella de sidra añejada demasiado tiempo, demasiado tiempo como el que se necesita para hervir un escabeche de nutria raquítica, raquítica como un aligátor criado a heno amarillo, amarillo como la clara del huevo de una gallina con temblores, sí señor. Y también me hubiera gustado comer una pizza, dicen que es redonda, sí, redonda como los testículos de un cerdo famélico, famélico como un sabueso abandonado por comerse a tu primogénito un día de verano. Y dicen que tiene aceitunas ovaladas, ovaladas como los ovarios de una lechuza bien alimentada, señor. Así es, señor.”


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