martes, 8 de mayo de 2012

Caloi




No mucho o muy inteligente para decir, uno siente por un lado la obligación profesional de reírse de necrológicas y exequias (en especial en estas épocas de profusión de las mismas), del Adiós Maestro, del Gracias por todo, del Se siguen yendo los más grandes, del Qué año de mierda, del Clemente llorando, del Bartolo con alitas de angelito, pero digámoslo de frente, como dibujantes Caloi nos marcó e instruyó a todos de un modo u otro y también como lectores y como pueblo, así que vamos allá adelante con todo el equipaje: con procesión y lloronas, discursos y flores y salva de veinte cañonazos, y también con el Adiós Maestro, Gracias por Todo, Qué Año de Mierda y Clemente llorando y hasta el pobre y despechado Bartolo con alitas, que el hombre cumplió con creces y se merece desde las lágrimas de sus cercanos hasta el lugar común de los lejanos, que después de todo también es un refugio ante la oscuridad. Salud, Sr. Loiseau. (Y el comentario de rigor, qué no daría uno para llegar a su edad con esa cabellera)


Post original

No hay comentarios.:

Publicar un comentario