miércoles, 18 de agosto de 2010

¡Inventan blog interactivo, automático y eterno!





Loomis y Michael .Little Bunny. Alexander dijeron .¿eh?. y se despertaron repentinamente de una siesta interminable, sin poder adivinar donde se hallaban. .Loomis, qué?., pronunció “Little Bunny”. .Esteeee. Eeeeeh., balbuceó Loomis. .¿No estarás pensando en hacer algo así, ¿no? http://heguido.blogspot.com/2007/11/100-palabras.html., dijo una ominosa voz.


.ahá! 1, 2, 3, probando.. excretó .Little Bunny., que tenía el problemita de, cada tanto, gritar cosas sin sentido, especialmente en momentos de stress .como éste. Loomis se sacó la corbata con fastidio.”¡Culo!”, se burló Loomis, con toda la crueldad de la que era capaz, de la discapacidad de su amigo, mientras intentaba discernir de dónde salía la voz. Lo que Loomis no sabía, era que la corbata estaba viva. Afortunadamente, la corbata tampoco lo sabía. .La corbata no tiene la culpa (o no), Mr. Loomis., musitó la voz socarronamente. Loomis alcanzó entonces a ver el pequeÑo parlante que asomaba por entre el arreglo floral colocado sobre la mesita central.


.Esa charla casual le hizo recordar a Linda, la blonda de la socarrona sonrisa giocondesca. Pero que le sucedia? Acaso Michael .Little Bunny. Alexander le recordaba a esa belleza?., dijo Bunny con la mirada perdida. ¡Slap! Loomis cruzó la cara de su amigo de una bofetada, para sacarlo de su crisis. .¡Esto es serio, idiota!.


Chicago. Dos aÑos atrás.


.Estaba empezando a preocuparme por haber quedado alienada, hasta que vi los comentarios., dijo Claudia, la prostituta más solicitada del burdel de Miss Rowlands. .Un grupo siempre alivia. Aunque sea un grupo de alienados.. Loomis la miró con una mezcla de desdén y deseo: desdeo. La noche anterior habian estado involucrados en un extraÑo caso del bajofondo de Boston, acompasados por tumultosos ritmos de blues. Todo habia sucedido con rapidez y terminado abruptamente.


.Ahhh, se publicó antes, se publicó., murmuró Claudia mientras revisaba la página de Anuncios Personales del Daily Star, donde mediante una clave se comunicaba con algunos clientes privados. .Por la tarde llegó el Tío Carlos con la máquina de matar hormigas., le comentó Loomis; Había pasado un rato en la pequeÑa casa que Claudia tenía en las afueras de Chicago. Su relación estaba amenazando peligrosamente con quebrar la barrera .trabajadora/cliente.. Y a pesar de esta incomodidad, Loomis nunca se había sentido tan cerca de alguien.


Oslo. Dos aÑos después.


.¡Paren el mundo que me quiero bajar!., gritó .Little Bunny., con un repentino ataque de pánico. .¡Bang, bang, bang!., rugió su Colt. Pero todos los objetos de la habitación parecían estar hechos de adamantium o algún otro material indestructible. Pero ese era un problema menor: Al rato “Little Bunny” también vio el parlante en el centro de la mesa, y él sí sabía que la corbata estaba viva ¡y en su cuello! Se dio cuenta que si se prendía la música, la corbata -que estaba viva-, podía ¡ahorcaghhhhhhhhrlo!!!


.Me gusta el helado de limón., gorgoreaba incoherentemente .Little Bunny. mientras luchaba con su corbata. Loomis se lanzó sobre él intentando salvarlo, irritado por la sarta de incoherencias que .debido a su enfermedad- su amigo mascullaba entre la vida y la muerte:


.Es .El conjunto. mejor conocido como .El conjuntito. masculló Michael .Little Bunny. Alexander. …Mr. Loomis, musitó la voz socarronamente. Loomis alcanzó entonces… El problema va a venir al momento de repartir las regalías… En cuatro patas parecía una mesa ratona. A mover la porra Little Bunny!., gritaba desaforadamente el enano .porque .Little Bunny. era enano- desesperado. Loomis, irritado por el discurso sin orden ni concierto de su amigo le arrancó la corbata, con su fuerza hercúlea, y le descerrajó cinco disparos, hasta convertirla en un trapo rejilla inerte. Como por milagro, .Little Bunny. salió de su ataque. Miró fríamente a Loomis, sabiendo lo que debía hacer. Entonces Michael “Little Bunny” Alexander volvió al ruedo, furioso, portando su Winchester dorado (que llevaba escondido en el forro de su sobretodo). Esta vez no habría pared de adamantium, ni voz misteriosa que lo detuviera. Había entrado en la modalidad .Máquina de Matar..


.Ese es el .Little Bunny. que conozco., sonrió Loomis, satisfecho para sí.


Chicago. Dos aÑos antes.


Miss Rowlands, conocida como Linda, fue dada a luz en el seno de una humilde familia protestante del condado de Wichita. No obstante, sus intenciones eran otras, e involucraban a un patito de goma.


Post original

No hay comentarios.:

Publicar un comentario