viernes, 30 de julio de 2010

¡La diabólica invención del Doctor Tzu!





El Doctor Tzu tiene en su Laboratorio de Impías Maravillas la más grande colección de bestias embalsamadas, venenos e instrumentos aterradores. Totalmente aislado del exterior mediante paredes de triple tapizado de bambú, donde nadie puede escuchar los gritos de sus prisioneros, el Doctor Tzu acaricia su barba puntiaguda hasta el bajo vientre con sus uÑas largas y afiladas, sonríe henchido de Poder y se lanza a su ocupación favorita: la tortura.


El prisionero se quiebra al sentir el perfume a ostras y brotes de soja que despide el diabólico Amo del Tormento .a pesar de que ni Tzu, ni su séquito de esclavos pervertidos le han tocado un pelo. Sin embargo, la Fe en nuestro SeÑor Jesús y en la superioridad de nuestra civilización le da fuerzas para decir su nombre, su pelotón y su número de Enrolamiento, datos que sabe de memoria gracias al entrenamiento en Soportación de Torturas que le fuera brindado por el Sgto. Colby; y luego se prepara para lo peor: morir de terror y dolor a manos de este inhumano demonio amarillo. El prisionero cierra los ojos y se despide mentalmente de Penny y sus dos niÑas.


Pero ni el feroz entrenamiento a que fuera sometido, ni su Fe en Dios, ni su amor por Penny pueden prepararlo para soportar la factoría de sufrimiento que el Doctor Tzu dirige día a día.


No son astillas de bambú bajo las uÑas, ni hierros al rojo, ni la gota que horada la piedra las herramientas del Dolor que maneja el satánico oriental. El Doctor Tzu, de 170 aÑos de edad, hace décadas que superó estos métodos de principiantes. Con su inmutable sonrisilla congelada en los labios y la expresión diabólica que le proporcionan sus cejas maliciosamente arqueadas,Tzu abre la puerta del sótano, donde decenas de esclavos himalayos .ciegos y mutilados- hacen funcionar el Taller de Paraguas. Una mano gris, más animal que humana, le alcanza una de las muestras. Y Tzu abre el paraguas y lo acerca al prisionero.


.Mira, Perro Americano. Atrévete, si tu Dios y tu decadente gobierno te dan fuerzas, a mirar al Centro de la Oscuridad.Este paraguas no es un paraguas común. Parece un paraguas normal, diseÑado para el mismo destino que el resto de los paraguas: protegernos de la lluvia.


.Pero, ¿sabes qué hace a este paraguas tan especial? Está diseÑado especialmente, mediante un complejo sistema de resortes ocultos, varillas auto-plegables manejadas mediante nanotubos de carbono y puertas-trampa, para perder su capacidad de protección a los pocos minutos de uso.


.Los tontos occidentales que compran estos paraguas creen que .se rompe.; no comprenden que el paraguas está, en realidad, funcionando, funcionado como un mecanismo de relojería, para lograr que la varilla 1 se autoexpulse de su propio contenedor a los ochenta y siete minutos de abierto por primera vez; que luego, la tapa de una minúscula ampolla de ácido inserta en el interior de la varilla 2 salte gracias a un nano chip previamente programado, y el líquido percuda el metal hasta que se doble en un ángulo de 30 grados, no más ni menos, soltándose de la agarradera que sostiene la tela; que la mitad nor-noroeste de la tela del paraguas -tejida con minúsculos cables por donde circulan impulsos de energía psíquica programada para lanzar una descarga extra y deshilachar los cables por la mitad- caiga dramáticamente, como un telón que marca el final de la seguridad personal.


.El miserable diablo blanco se encuentra entonces bajo la lluvia, empapándose completamente hasta los huesos y las tripas, y sintiéndose traicionado por el instrumento que debía salvaguardarlo. Con suerte ganará una triple pulmonía y morirá a los siete días presa de fiebres, delirios y maldicones contra nuestra industria.


.Si no tiene suerte, seguirá usando este paraguas mocho. ¿Sabes el aspecto que tiene un hombre con un paraguas partido a la mitad? No es un aspecto muy lejano al de alguien con un faldón de la camisa fuera del pantalón, o una camisa mal abotonada, o alguien con medias de distinto color. Aunque tuviera el más caro traje confeccionado por sus decadentes sastres occidentales, se parecería a la parodia de un hombre, a la caricatura de un payaso representando a un mendigo disfrazado de prostituto. Estos paraguas no sólo son capaces de destruir la salud de un hombre, perro occidental. ¡Están diseÑados para robarles la Dignidad!


.¡Tú has oído hablar de ellos! ¡Tal vez has usado alguno, en la creencia de que se trata de un .producto berreta., en lugar del más perverso instrumento de degradación jamás inventado! ¡Y los llamamos .Paraguas Chinos. (aunque aquí los conocemos por .paraguas. a secas)!!!.


Los ojos color esmeralda del Doctor Tzu lanzan una fluorescencia de Maldad mientras expele una carcajada larga, ronca y llena de perversidad; y su prisionero, luego de mirar cara a cara al Mal más profundo e infinito, siente un frío insoportable en todo el cuerpo, como cien mil agujas que se le clavan al mismo tiempo en cada célula, al tiempo que su psique se quiebra completamente hundiéndolo en el infierno más insondable de locura y dolor. Ya no saldrá nunca de este estado, condenado a una prisión perpetua dentro de sí mismo. Y grita, y grita, y grita hasta que sus cuerdas vocales se resquebrajan y saltan como las de una vieja mandolina.


(Escrito después de comprar un paraguas chino de mierda que me dejó completamente desguarnecido bajo la lluvia de mierda de hoy)


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